Los jóvenes revolucionarios, estudiantes, campesinos, trabajadores, mujeres y todos los pobres, jamás, en el transcurso de la historia, demostraron miedo en la lucha por la defensa de sus derechos. No tienen nada que perder, pero eso sí, un mundo por ganar. El miedo aprisiona a los oligarcas y sus acólitos, que sienten y presagian la extinción de sus privilegios con el advenimiento de la justicia social. Goethe, como adelantándose al tiempo, afirmaba: “El cobarde solo amenaza cuando está a salvo”. Es el caso de los asambleístas de la oposición, que suelen desafiar, proferir injurias y formular acusaciones sin fundamento con el amparo y protección de la inmunidad parlamentaria. En la frase sabia de Ludwig Borne: “El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo”, se revela el comportamiento de algunos articulistas de la prensa “independiente”. Instigan a la sedición, irrespetan al Primer Magistrado de la Nación y se proclaman dueños absoluto de la verdad. Esa conducta anómala convierte al comentarista de un medio privado en hombre peligroso, que esconde su cobardía, en un espacio que le ofrece el dueño de un medio de comunicación a cambio de su docilidad.
El gobierno de la Revolución Ciudadana, oriundo de la voluntad popular, tolera a la oposición política y a las protestas públicas, dentro del marco de la ley; pero condena la conspiración, el sabotaje, el irrespeto y el atentado contra el orden constituido. Si ha disminuido la insurgencia estudiantil no es por miedo, sino porque ha comprobado que la gratuidad de la educación en todos sus niveles es una realidad y que su misión, ahora, es asumir el control para que se cumpla en su integridad, es sus respectivos establecimientos educativos. Los profesores, incluidos los afiliados a la UNE, acogen con beneplácito el incentivo económico por jubilación. Empleados, trabajadores comerciantes y pueblo en general desarrollan sus actividades en paz y armonía, no por miedo, sino por la innovación de leyes laborales que garantizan estabilidad y afiliación al IESS con sus ingentes beneficios. Otros problemas causados por la crisis mundial se los maneja con cautela.
No es por miedo, no hay motivo para promover movilizaciones de protesta. Les recordamos a los conspiradores el pensamiento de Platón: “Lo peor que le puede pasar a un hombre es coger odio a los razonamientos”. Nuestro llamado cordial a la prensa “privada” y a la oposición, a aceptar la concertación nacional o anhelo de paz, para seguir construyendo un nuevo país.
