Para el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, del PRI, las protestas estudiantiles -que cuestionaban las crecientes inequidades de la sociedad mexicana- eran parte de “una conspiración comunista internacional”.
El 22 de julio de 1968 fuerzas policiales irrumpieron en la Universidad Nacional Autónoma de México y detuvieron a cientos de estudiantes, violando la autonomía universitaria.
El 30 de julio de 1968 el rector Javier Barros, en un emotivo discurso, se pronuncia a favor de la autonomía y exige la inmediata libertad de los estudiantes presos.
El presidente Díaz Ordaz, enfurecido por el apoyo masivo que cada día se incrementaba a favor del movimiento estudiantil, ordenó la ocupación militar de los predios de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional.
El 2 de octubre de 1968, los estudiantes se congregan en la Plaza de Tlatelolco. Miles de profesionales, trabajadores, amas de casa, acuden al lugar para apoyarlos. En la tarde los militares, con carros blindados y tanques, rodean la plaza.
Con la llegada de las primeras sombras de la noche, se lanza una bengala. Es la señal. Francotiradores apostados en el edificio Chihuahua abren fuego. En breves minutos, los cuerpos ensangrentados cubren toda la superficie de la plaza.
Testigos de los hechos aseguran que cientos de cadáveres fueron retirados en camiones. Se había producido la “Masacre de Tlatelolco”.
Diez días más tarde, Gustavo Díaz Ordaz inauguraba los Juegos Olímpicos lanzando al aire miles de palomas blancas…
El 11 de mayo de 2012 el actual candidato del PRI, Enrique Peña, -como parte de la campaña electoral- visitó la Universidad Iberoamericana de la capital, en donde fue abucheado por los estudiantes que asistieron a su conferencia.
Los estudiantes mexicanos protestan contra el candidato del obsoleto PRI. Exigen a los medios de comunicación privados posiciones imparciales. Piden a las autoridades que las elecciones federales del 1 de julio de 2012 sean transparentes. Rechazan la corrupción, ineptitud y entreguismo de partidos como el PRI y el PAN, desde hace rato alineados con posturas neoliberales.
El movimiento “Yo soy 132” ha organizado varias concentraciones y marchas multitudinarias. En algunos carteles se podía leer: “Abajo la teledemocracia”. “Universitarios informados, jamás manipulados”.
“Televisa te idiotiza”. “No somos uno, no somos cien; prensa vendida ¡cuéntanos bien!”. “Los medios son tuyos, las calles son nuestras”. Los estudiantes de 1968 han retornado y se han unido a la lucha. Siguen convencidos de que México puede dejar de ser una colonia.
