Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Por un plato de lentejas…

26 de septiembre de 2012 - 00:00

Como siempre, la actual campaña electoral de todo nos hace ver. Sin embargo no deja de cuestionarnos. ¿Qué estamos construyendo con nuestras actitudes y acciones, con nuestras aceptaciones y nuestros rechazos?

Hace pocos días se reunieron unas 5.000 personas al llamado del mayor empresario del país. De hecho, pocas personas frente a la propaganda hecha desde semanas y meses… aunque la presentación de cierto periódico hiciera pensar que eran a lo menos 50.000. Además, había regalos prometidos: una casa, un carro, un puesto de trabajo, una beca universitaria para un año, etc.

Quiero hacer 2 reflexiones cristianas. Jesús condenó muy severamente a los ricos: “¡Es más difícil a un rico entrar al Reino de los cielos que a un camello pasar por el ojo de una aguja!”. Lo confirmaba san Juan Crisóstomo, un “padre de la Iglesia”, de esos personajes que supieron definir claramente las exigencias cristianas: “Un rico es ladrón o hijo de ladrón”.

Lastimosamente parece que muchos piensan que lo mejor es pasar la vida acumulando bienes y honores. ¿Nos hemos preguntado por qué se da la casualidad de que, en estos tiempos de campaña electoral, está subiendo el precio de la harina y del pan? ¿No será que, de esta manera, nos quieren hacer financiar alguna campaña electoral?

Por otra parte, mirando a muchos que se prestan a esta clase de manipulación y aprovechamiento, pienso en una frase del conocido actor Cantinflas: “¡Que dejen de tratarnos como piezas de ajedrez o como conejillos de Indias!”. Por una parte se juega con las necesidades de mucha gente y por otra hay bastante gente que se presta a este juego por falta de dignidad. Hace falta recordar aquí el claro dicho popular: “Mejor comer un pan de pie que un pollo de rodillas!”. ¿O nos hemos olvidado de que la pobreza se puede vivir con dignidad? “¡Pobre, pero honrado!”. La grandeza está en el compartir y la dignidad en el vivir juntos de pie.

Y viene mi segunda reflexión cristiana. Unámonos para organizar el compartir, a fin de no perder nuestra dignidad por un plato de lentejas, como en tiempos de Esaú y Jacob; si no, mañana tendremos más hambre y menos dignidad.

Nuestro país necesita todavía de grandes transformaciones. Estas transformaciones serán posibles solo si somos hombres nuevos y mujeres dignas. La Revolución Ciudadana depende de nuestra capacidad de organización y de nuestra decisión de formarnos intelectual, profesional y espiritualmente. Pues cada país tiene el gobierno que se merecen sus ciudadanos.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media