Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Emir Sader

Columnista invitado

Por un mundo multipolar

Columnista invitado
23 de marzo de 2014 - 00:00

Entre las enormes transformaciones que el mundo ha sufrido en las últimas décadas, una que tuvo las más grandes consecuencias ha sido el paso del mundo bipolar al mundo unipolar, bajo la hegemonía imperial norteamericana. El fin de la Guerra Fría trajo no solo la derrota, sino también la desaparición del campo socialista, abriendo paso a la hegemonía de la única superpotencia: EE.UU.

El que fue anunciado como el Tiempo de la Paz Americana se ha mostrado como un tiempo de guerras, en que EE.UU. se vale de la inexistencia de  otro campo que le pusiera límites, para buscar resolver todos los conflictos con su militarización, con el uso de su superioridad en el plano de la violencia. Fue así en Afganistán, en Irak, en Libia.

La lucha por un mundo de paz, de resolución pacífica de los conflictos es, así, una lucha por la quiebra de la hegemonía imperial norteamericana. Es la lucha por un mundo muitipolar.

Cuando América del Sur crea un Consejo Sudamericano de Defensa está contribuyendo a la resolución pacífica de los conflictos, como lo ha hecho en el caso de la relación de Colombia con Ecuador y Venezuela, así como en el intento separatista en Bolivia.  

El rol de las fuerzas políticas en el mundo actual se define por la posición que tienen respecto a la hegemonía imperial norteamericana. Los gobiernos de Europa, por ejemplo, son parte integrante del bloque de fuerzas comandado por EE.UU., se comportan como sus aliados fieles, rol similar al de Japón, Israel, entre otros.

Frente a ese marco, toda fuerza que, por alineamiento político e ideológico, o simplemente en la defensa de sus intereses nacionales, se enfrenta a la hegemonía estadounidense, desempeña un rol positivo, favorable al surgimiento de un mundo multipolar.

Son los casos de gobiernos como los de Rusia, China, Irán, Siria, entre otros. Amenazados por la política agresiva de EE.UU., que busca imponerles sus intereses por medio de formas violentas, resisten, constituyen alianzas para ello, buscan debilitar la capacidad de acción de EE.UU. Independientemente de las razones que los mueven, e incluso de la naturaleza de sus regímenes políticos, en el ámbito internacional son aliados de aquellos que luchan en contra de la dominación imperial norteamericana y por la construcción de un mundo multipolar.

Hasta hace poco EE.UU. había logrado las condiciones políticas, internas e internacionales para transferir los conflictos al plano militar y resolverlos a su favor. A partir del conflicto con Siria, la situación ha empezado a cambiar. El gobierno de Obama no logró ni siquiera el apoyo de Gran Bretaña, tampoco el apoyo de los militares norteamericanos y de la opinión pública interna. Tuvo que aceptar los términos de la negociación política del conflicto, al que se agregaron las negociaciones con el nuevo Gobierno de Irán. Ha tenido que abandonar las amenazas de bombardeo de Siria, al tiempo  que ha aflojado las medidas de bloqueo a Irán. 

Actitudes que, de forma automática, han aislado a Israel y Arabia Saudita, antes estrechos e incondicionales aliados de EE.UU.

Se ha abierto una nueva coyuntura internacional, donde Rusia surge como un actor importante. La crisis de Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia ya son parte de ese nuevo escenario, en el que se debilita la capacidad norteamericana de imposición militar de sus intereses. EE.UU. sigue siendo la única superpotencia a escala mundial, pero ya no encuentra las facilidades que tenía, desde que surgió como potencia vencedora de la Guerra Fría, para imponerse en el mundo.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media