El 6 de junio, los peruanos acudirán a las urnas para el balotaje. Hay mucha preocupación en la mayoría, por la polarización entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
Conversando con el periodista peruano, radicado en Quito, Carlos Flores; y el activista LGBTI de Chimbote, Manuel Zorrilla, sus expectativas son desoladoras y muy críticas respecto de la actitud de los finalistas. La de Zorrilla es angustiosa: “No hay tiempo ni forma de salvar al Perú”, sentencia.
Castillo aparenta una postura “anti madurista” y xenófoba: "ven a llevarte a tus compatriotas que han venido a delinquir", acusa contra el dictador venezolano para que no se entrometa en la campaña peruana, según comenta Flores.
Y aunque Fujimori hace “esfuerzos por subir”, eso no ha calado: en una reciente encuesta, Castillo está 5 puntos por encima de Keiko; y a dos semanas eso parecería irreversible. Tampoco es que haya mucho que hablar positivo de la heredera de Fujimori, que se apoya en el terrorismo, según Zorrilla, tras la matanza reciente, presuntamente vinculada al senderismo.
Vemos las diferencias con Ecuador, cuando el actual presidente al reformular su campaña y discurso, le valió el triunfo gracias al voto de electores jóvenes hacia un político conservador: posturas conciliadoras y de avanzada en temas que millennials y Generación Z, sopesaron al sufragar: enfoque de derechos, ecología, inclusión LGBTI, equidad y no violencia de género, anti xenofobia; y, evidentemente la corrupción y autocracia correísta del pasado reciente.
En Perú la realidad es diferente. Todo lo mencionado no abona ni al “izquierdista” con discurso xenofóbico –y seguramente homofóbico– ni a la “liberal” aliada a grupos ultra religiosos evangélicos, además de todo el lastre heredado de su padre: corrupción y genocidio. Zorrilla indica que, pese al modelo de desarrollo peruano, éste reposa únicamente en el crecimiento económico, cuando hay una desigualdad terrible.
Cabe desear suerte a los peruanos; a que estén vigilantes, según el bando que pierda. Pero en democracia, que es el mejor modelo que podemos tener en América.
