Otro texto sugerente de nuestro autor es  “El proceso de dominación política en el Ecuador”, en donde se condensan -desde los márgenes de las interpretaciones oficiales- líneas de la política ecuatorial en su tren histórico, puntualmente, del siglo pasado, y un diagnóstico del populismo, representado en el fantasma velasquista, no exento de polémicas y entredichos, propios del ámbito intelectual, cuyo desenlace traspasó los linderos políticos.

También se destacan títulos como “La teoría marxista – categorías de base y problemas actuales”, “Lecturas y rupturas”, “Las democracias restringidas de América Latina”, “Literatura y conciencia histórica en América Latina”, entre otros.

La obra auspiciada por el Gobierno Central acumula varios trabajos ensayísticos de profuso diagnóstico en el quehacer teórico e ideológico, en la delimitación de las categorías inherentes a la lucha de clases, modos de producción, relación social de producción, fuerzas productivas, burguesía, proletariado, mercado, capital, teoría de la dependencia y la entelequia de lo que el propio Cueva denomina “democracias fraudulentas”.

Además, se repiensa en la concepción del Estado-Nación, en la cultura como elemento constitutivo de esa propia nación, en las estructuras y superestructuras sociales y en las contradicciones que ello acarrea, entre otros aspectos.

Elemento indispensable en su descripción es el carácter revolucionario que se asigna en el debate político de izquierda, con capacidad de diagnóstico crítico y autocrítico, acogiendo una actitud teórico-práctica. Así también, el lenguaje dialéctico aplicado en sus escritos previene en un método válido de análisis de los procesos sociales.

Estos apuntes reimpresos son de revisión necesaria, en los actuales tiempos de “lecturas y rupturas” -en palabras del mismo Cueva-, o como diría Tinajero “…sus textos siguen alumbrando la ruta de los pueblos que no pierden su norte, marcado ahora por la Cruz del Sur”, más aún cuando el Ecuador y gran parte de nuestro continente avivan la llama luminosa de la equidad, la radicalización de la democracia, y otea horizontes de un socialismo posible, desde los colores de la tierra, parafraseando al subcomandante Marcos.

En los momentos coyunturales en donde emergen vientos promisorios de transformación social, es pertinente cobijarnos de la inteligencia y pasión de Agustín Cueva Dávila, destacado pensador,
cultor de letras e hijo proveniente del suelo ibarreño.