La Convención Interamericana de Derechos Humanos en su artículo 23 establece que los ciudadanos deben gozar de derechos y oportunidades para participar en la dirección de los asuntos públicos; elegir y ser elegidos en elecciones periódicas, realizadas por sufragio universal y voto secreto y tener acceso, en condiciones de igualdad a las funciones públicas.
En ese sentido, el derecho a ser elegido es un derecho fundamental que demanda del Estado, sus instituciones y autoridades públicas el desarrollo de acciones y medidas positivas que garanticen plenamente las oportunidades que merecen todos los candidatos.
En el Ecuador, en la reciente coyuntura electoral, el pronunciamiento del Presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio (CPCCS-T) al promover públicamente el voto nulo, contrarió las normas de la Convención Interamericana, disminuyó las oportunidades a los candidatos e irrespetó lo dispuesto en el artículo 16 del Código de la Democracia que dispone que “…ninguna autoridad extraña a la organización electoral podrá intervenir directa o indirectamente en el desarrollo de procesos electorales.”.
El adecuado cumplimiento del derecho y las oportunidades para que una persona sea elegida democráticamente, incluye el respeto, protección, garantía y promoción del derecho a la libertad de expresión, manifestación, reunión y asociación, imprescindibles para una genuina operación de los derechos políticos; derechos que están en riesgo por el proceso de control iniciado el 22 de marzo por el Consejo Nacional Electoral (CNE) contra un grupo de candidatos al CPCCS en razón de la promoción de sus candidaturas.
La afectación a las oportunidades de los candidatos y la eventual vulneración del derecho a la libertad de expresión y demás derechos conexos, muestran la debilidad de la institucionalidad electoral, a lo que se suma la observación realizada por la OEA debido a la violencia política vivida por mujeres candidatas, mientras el CNE y la Institución Nacional de Derechos Humanos mantuvieron un lamentable e impropio silencio. (O)
