Otto Sonnenholzner será presidente de forma temporal o definitiva. Así lo dice la Constitución. A muchos mueve la idea de que el joven empresario de la comunicación se convierta en el titular del poder Ejecutivo. Que la salud del presidente y otras yerbas son los pretextos.
El auténtico problema es que Sonnenholzner sea quien gobierne y que Moreno sea quien presida. ¿Cuál sería el inconveniente? Ninguno. Como en los sistemas parlamentarios habría un jefe del Estado por un lado y un jefe del gobierno por el otro. Ese fue el mensaje del día de la posesión del nuevo vicepresidente.
Mientras el presidente Moreno atendía los asuntos del Estado en una gira oficial por China y Catar, los asuntos del Gobierno los atendió Sonnenholzner, apoyado por una mayoría congresal que lo convirtió en vicemandatario. El sistema del Ecuador se parlamentarizó y nadie dijo nada.
Esta no sería la primera vez. En 1995, durante la presidencia de Sixto Durán Ballén, el primer mandatario recorrió el mundo llevando el testimonio sobre la gravedad del conflicto con Perú en el Alto Cenepa y la necesidad de contar con apoyo internacional.
Alberto Dahik se quedó con el gobierno durante meses y dirigió el frente económico, para estabilizar la economía que enfrentaba los gastos irrogados por el conflicto militar y las dificultades internas.
Lo hizo bien. Tenía el apoyo de: PRE, MPD, ID, G7, APRE y FRA, liderados por Fabián Alarcón. Además, al menos ocho de los 16 ministros eran leales a Dahik, todos del frente económico. Tal fue el éxito, que se preparaba para la presidencia.
Pero el bloque mayoritario, el PSC tenía su favorito para el puesto y serias evidencias de peculado en contra de Dahik. Se instaló un juicio político que no prosperó pero la justicia ordenó la captura del vicepresidente que tuvo que huir.
Sonnenholzner puede gobernar y Moreno presidir, pero la Asamblea ganaría mucho poder parlamentarizado. ¿Alguien lo notó? (O)
