Las organizaciones internacionales irrumpen en el escenario mundial tras el drama de la II Guerra Mundial, con el fin superior de que los Estados, en una lógica de cooperación (no de antagonismo), coordinen acciones para consolidar la paz, los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico. La ONU es la concreción más importante de esa visión.
En ese contexto nace la OEA, que reúne a los países del continente americano, con la excepción de Cuba, injusta –e inconvenientemente– excluida en 1962. Pese a algunos fracasos, definitivamente nuestro continente está mejor con la OEA que sin ella. Para muchos, sin embargo, la OEA tiene un defecto: Estados Unidos, causa de todo posible mal, es miembro. Hace falta una OEA sin Estados Unidos, dicen. Y utilizando un criterio puramente geográfico crean la Unasur en 2008, durante el auge del “socialismo del siglo 21”.
El tratado constitutivo de la Unasur postula “la intención de construir una identidad suramericana”. ¿Hay diferencia de identidad entre los países de Suramérica y los de Centroamérica? ¿O de México? Entonces, ¿por qué excluirlos? O, visto desde otra óptica, ¿cuán afines, en cuanto a identidad, son Surinam o Brasil, y el resto de países del continente? Entonces, ¿por qué incluirlos? Es claro que el criterio geográfico es un aglutinante tan artificial como las fronteras que separan a nuestros países.
La Unasur ha ido de tumbo en tumbo, sin remedio, porque, en el fondo, solo se trató de contrarrestar la influencia de Estados Unidos en la OEA. Y eso, me parece, no es suficiente factor de cohesión. ¿Hace falta la Unasur? ¿No bastaría fortalecer la OEA, buscando la unidad de los países latinoamericanos frente a los intereses (si son contrarios) de los anglosajones de Norteamérica y el Caribe, cumpliendo las obligaciones financieras para con la organización para evitar que Estados Unidos tenga la última palabra, respetando las resoluciones del Sistema Interamericano de Derechos Humanos?
Esos son algunos propósitos comunes que las naciones de Suramérica deberían considerar. (O)
