Con los conceptos que l@s ecuatonian@s tenemos de seguridad, a través de las noticias nos admiramos de cómo la gente vive en zonas tan violentas como África del norte, lo mismo sucede con la gente de países más seguros que se sorprende cuando ve nuestras noticias y los niveles de violencia que para nosotros son ‘normales’, más si tenemos cerca realidades como la de Colombia, a lado de la cual, nuestro país lo sentimos como una ‘isla de paz’ que tal vez nunca fue, no al menos para extranjeros que vienen de sociedades con mejores niveles de seguridad que los nuestros.
Conocer otra sociedad mucho más segura, como Shanghái, en China, me ha hecho entender que, para tener un país más seguro, o para recuperar la seguridad que algún día perdimos, necesitamos mucha más inversión en tecnología. Lo que alienta al delincuente a atacar -entre los principales factores- es la superioridad que le da un arma y el anonimato. Las armas son de metal y si ponemos detectores de metales y máquinas de rayos X (RX), estas serían fácilmente detectables, por lo que dejarían de ser portables y sin ellas el potencial delincuente deja de ser una amenaza.
Las únicas máquinas que visualizan el contenido de maletas -que conozco- son las de los aeropuertos, 4 en Quito y asumo que un número similar en Guayaquil. No recuerdo haber visto otras en el resto del Ecuador... Puedo estar equivocado.
Todo lo contrario he vivido en Shanghái, donde al día debía pasar por al menos media docena de estas máquinas, factor muy importante -entre otros- para que una ciudad con casi el doble de habitantes de Ecuador no tenga delincuencia y se pueda disfrutar a profundidad de sus encantos y su gente.
Incrementar el número de policías es vital, tanto como disminuir las armas en las calles, se expondría menos a la población y a los mismos uniformados. De aumentar el uso sustancial de esta tecnología de seguridad en terminales, centros comerciales, estadios, colegios, universidades, etc., el uso de armas sería casi imposible y un delincuente desarmado no puede amedrentar a personas ni segar vidas.
El uso de cámaras que evitan el anonimato ha empezado muy bien, debemos reforzarnos con máquinas de RX y detectores de metales, para dar el gran salto cualitativo en la seguridad de nuestro país y disfrutar a plenitud sus bellezas. Los lazos con China son excelentes y allí tienen esta tecnología a precios muy bajos, por lo que erradicar la delincuencia es algo que se vislumbra muy real.
