El viernes 15 se celebra 9RC. El balance es ampliamente favorable. Tras una acción fecunda, en beneficio del pueblo y de la patria, hay resultados positivos en todos los ámbitos de la vida nacional. Expresamos nuestra satisfacción, reiterando, junto a los bolivarianos y alfaristas, en condición de cofundadores, nuestro compromiso de luchar y contribuir a una amplia unidad para defender lo logrado; impulsar nuevas reformas, sobre todo ahora que la derecha amenaza con devolvernos al pasado neoliberal, de entrega, atracos, injusticias y exclusiones, violación de derechos y discriminaciones.
¿Qué se ha logrado en estos 9 años? En realidad, es más de una década, desde que diversas fuerzas democráticas coaligaron iniciativas y resolvieron estructurar AP y el programa de la RC, e impulsar la candidatura de Rafael Correa, que triunfó e inició el cambio en forma sostenida.
En lo político, la nueva y democrática Constitución, recuperación de la soberanía nacional alquilada o vendida por tramos por la vieja oligarquía, separación de la banca y poder económico del aparato del Estado, legislación avanzada; organización progresiva del Estado democrático y el poder popular.
En lo económico, recuperación del petróleo y uso productivo y social de los ingresos, fortalecimiento de la infraestructura económica y social, sobre todo en el campo energético, vialidad, educación y salud; bases para modificar la vieja estructura productiva, que nos ató al atraso y mayor dependencia, al margen del disfrute de los avances científico-técnicos universales.
En lo social, se reconocieron y ampliaron derechos, y gestionó con la diversidad étnica cultural del país, eliminó progresivamente las exclusiones y discriminaciones; disminuyó la pobreza y el desempleo y mejoraron la seguridad y beneficios sociales, lo que apunta a la redistribución del ingreso, política que se debe profundizar.
En lo internacional, se ganó liderazgo por el impulso a las políticas soberanas de paz e integración, opuestas a los intereses neocoloniales e imperialistas; por el sur, que reclama mejores y mayores espacios en la geopolítica universal; así como por las expresiones firmes y solidarias con Cuba, Venezuela y otros pueblos, por las relaciones con los ‘diablos’ del planeta, lo que posibilitó abrir mercados y lograr crédito externo e inversiones, sin los ‘paquetazos’ y ataduras políticas de los chulqueros internacionales, apadrinados por el FMI, de cuyas políticas nos liberamos. Es, sin dudas, un exitoso acumulado histórico importante, sin precedentes. El pueblo lo reconoció y dio su respaldo en 10 elecciones, incluidas 3 consultas populares, a las que la oligarquía siempre se opuso.
¿Qué falta? Los retos son inmensos. Consolidar y defender los cambios; con la revolución agraria, liquidar el latifundio, aún con los límites de la ley; fortalecer la economía popular solidaria; impulsar la revolución laboral. Afianzar AP en sus estructuras de base, gestión democrática y vinculación con las organizaciones sociales afines, demócratas y patriotas, razón de ser y beneficiarios del proceso; no perder el objetivo del socialismo y esclarecerlo en sus contenidos específicos para Ecuador.
Se espera que en la próxima convención de AP se asuman grandes decisiones. Se debe concurrir con entusiasmo, para elegir dirigentes probados, establecer formas democráticas para escoger candidatos que garanticen el desarrollo de la RC. Otra gran tarea es depurar la burocracia de elementos utilitarios e insensibles que en diversos sectores ahuyentan, reprimen e introducen miedo, por sus prácticas desleales contra la gente de la propia organización, provocando en algunos sectores reacciones adversas a la RC, lo que debe cesar. (O)
