Fue fácil ofenderse con lo que dijo Richard Carapaz. Es, si se quiere, hasta un instinto primario. Sin embargo, una lectura más pausada permite entender lo que realmente quiere decir. Como hombre del pueblo, nacido en la entraña de una de las provincias más pobres y olvidadas del país, Carapaz sabe que el ciudadano de a pie disfruta y se enorgullece con sus victorias. Por eso, las palabras del campeón olímpico tienen otra finalidad.
Carapaz, puntualmente, alude a los que tienen capacidad de decisión. A los que en el sector público obstaculizan los planes de alto rendimiento, situación que deriva en el desperdicio del talento oculto en las clases más necesitadas de redención, sector de la sociedad que apela al deporte como una última instancia de salvación hasta vital.
La dirigencia no se escapa. Hace poco más de un mes, Carapaz calificó como "una vergüenza" el desempeño de la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, inoperante al resolver cuestiones relacionadas con la participación nacional en Tokio 2020. En ese momento, dijo algo que hoy tiene plena vigencia: "la gente todavía no es capaz de entender la grandeza que tiene esto".
A nosotros, los que estamos lejos de los espacios de decisión y que acompañamos a nuestros deportistas con el trabajo periodístico, o los aficionados que vibran con el esfuerzo desplegado por ellos, nos corresponde entender y cuantificar ante quiénes estamos. Carapaz es, hoy por hoy, un superdotado. Es un deportista distinto y especial, que por fortuna nació en Ecuador. Y es distinto y especial porque, pese a tener todo en contra (la exclusión que lo obligó a irse a Colombia, la incomprensión directriz, entre otras) está ya en el Olimpo. Y de ahí no lo podrá sacar nada.
Por último, ¿quiere usted homenajear, desde su vida diaria, a Richard Carapaz? Es sencillo: respete las ciclovías, no le lance el carro al ciclista urbano o amateur que practica en las calles, no los mande "al parque", no reniegue de los ciclopaseos, porque ahí están, con ruedas de apoyo todavía, aquellos que lo vieron este sábado vencer a Richard y quieren ser como él.
