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El Telégrafo
Maximiliano Pedranzini. Ensayista argentino

Neoliberalismo: herencia de la dictadura

04 de abril de 2019 - 00:00

El pasado 24 de marzo se cumplió un nuevo aniversario del golpe de Estado que ha inaugurado la etapa más oscura y sangrienta de la historia argentina: la dictadura genocida de 1976. Una dictadura marcada por la participación tanto militar como civil y cuyo accionar estaba encuadrado en el Plan Cóndor, aplicado en el Cono Sur a partir de los años 70 para coordinar el exterminio y la desaparición sistemática de personas, especialmente sindicalistas y políticos opositores a los gobiernos de facto.

Esta historia retorna renovada en nuestro presente después de cuatro décadas, no con el viejo signo del autoritarismo militar que suprimía las libertades individuales y colectivas de la sociedad, sino a través de su proyecto económico, causante de un terrorismo tan nefasto que ha dejado heridas muy profundas que todavía no pudieron cerrarse y que se reabren en estos tiempos de incertidumbre para la región. Este proyecto es el neoliberalismo, y es con él que se está reescribiendo la historia. Y ya sabemos cómo termina esto, principalmente para nuestros pueblos.

Este programa fue diseñado por el exministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz y llevado adelante por la Junta Militar encabezada por Jorge Rafael Videla. Aquellas bases económicas de la dictadura, sumadas al endeudamiento con el FMI, son similares a lo anunciado en 2017 por el equipo del presidente Mauricio Macri.

Ergo, sin la complicidad civil no hubiera sido posible instaurar estos regímenes, con la eclosión del proyecto neoliberal en Argentina y el resto de Latinoamérica. La intelectual norteamericana Naomi Klein lo define: “La primera decisión como ministro de Martínez de Hoz fue prohibir las huelgas e instaurar el despido libre. Abolió los controles de precios, disparando el precio de la comida. También estaba decidido a hacer que Argentina volviera a ser un lugar hospitalario para las multinacionales extranjeras. Derogó las restricciones a las propiedades que los extranjeros podían tener en el país y en pocos años vendió cientos de empresas estatales. Estas medidas le granjearon poderosos aliados en Washington”. (Naomi Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre, Paidós, Buenos Aires, 2008, p. 125) Cualquier semejanza con el presente es pura coincidencia. (O)

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