Por esta época, en la madrugada del 1 de enero de 1959, un grupo de aguerridos combatientes ponía fin a una de las más sangrientas dictaduras. La de Fulgencio Batista, quien gobernaba desde 1952.
El 8 de enero, al frente de la Caravana de la Libertad, el comandante en jefe Fidel Castro Ruz llega a La Habana. Al día siguiente, en una entrevista ante la prensa, expone los objetivos fundamentales del proceso revolucionario y el porqué la Misión Militar de EE.UU. debía abandonar el territorio: ella apoyó y armó al régimen derrocado. Sin embargo no se dio ninguna explicación.
Mas, en la madrugada del 2 de febrero fue detenido el ciudadano norteamericano Allan Robert Mayer cuando intentaba ingresar al país clandestinamente, en una avioneta procedente de EE.UU. Su objetivo: asesinar a Fidel.
Aquello bastó para que se utilizara contra el pueblo cubano las más horrendas maldades. En abril de 1964 fueron bombardeadas sus flotas aéreas en Playa Girón. En menos de 72 horas, el Ejército cubano inflige la primera derrota militar del imperio norteamericano en nuestra América.
El criminal bloqueo económico, que subsiste, no obstante el masivo rechazo de la comunidad internacional. Pese a él, en Cuba nadie carece de atención médica ni está excluido de la educación. Por el contrario, es el único país que da solidaridad con sus médicos en el continente, y a los jóvenes la posibilidad de estudiar en sus universidades.
Si bien acabó la explotación del hombre por el hombre, el imperialismo y la CIA constituyen un grave peligro para su existencia.
El aislamiento y las permanentes agresiones han impedido que el gobierno socialista de Cuba implemente mejores condiciones de vida para el bienestar de su pueblo.
Si bien acabó la explotación del hombre por el hombre, el imperialismo y la CIA constituyen un grave peligro para su existencia. Fresca está la caída de la URSS y el campo socialista en 1991.
El capitalismo, en su etapa globalizadora final -con sus aliados, los medios de comunicación-, no escatima posibilidad alguna para lanzar el zarpazo e instalar gobiernos antidemocráticos.
Felizmente, Cuba ya no está sola. Los cambios económicos-sociales operados en la Patria Grande, a la vez que han sido su inspiración, la han fortalecido.
En estos días, el Consejo de Ministros ha planteado una serie de reformas que avizoran profundas transformaciones, aclarando que “el modelo por el cual apunta la revolución y sus dirigentes se sustentará en la propiedad social y no en la empresa privada”.
Es irracional imaginarnos lo contrario.
Hoy llega a sus 55 años. Al celebrarlos, nos unimos a todas las fuerzas progresistas del mundo para exclamar: ¡Viva la Revolución Cubana! ¡Gloria eterna a sus héroes y heroínas!
