El gas natural del Mar del Norte fue explotado en una forma muy efectiva, en la década de los sesenta, mediante una serie de empresas mixtas entre Shell, ESSO (ahora Exxon-Mobil) y el Gobierno holandés, lo cual originó un acelerado crecimiento del sector hidrocarburífero con un efecto desbastador sobre los demás sectores de la economía, pues la mayor parte de los recursos públicos y privados estaba destinada a esta actividad para producción de gas licuado de petróleo, haciendo que el resto sea menos competitivo. Esta es la famosa ‘enfermedad holandesa’ y ha afectado a la humanidad en varias épocas de la historia, claro que por la explotación de otro tipo de recursos, como fueron las riquezas de las colonias en América por Gran Bretaña y España y la fiebre del oro en California y Australia. Probablemente esa sea la causa por la cual los primeros 35 años de petróleo en Ecuador desde 1972 hasta 2007 hayan traído muy poco desarrollo industrial al país.
La edición de octubre de la revista Perspectiva, del IDE Business School, trae un estudio: ‘El gran problema de Ecuador’, en el cual afirma que: “Ese posiblemente era un secreto a voces que se repetía, pero en realidad no se había explorado demasiado o fundamentado en cifras”. Por su parte, la Dra. Sara Wong, PhD, profesora investigadora del Espae Graduate School of Business, ha realizado un trabajo: ‘La enfermedad holandesa en los países Latinoamericanos: Desindustrialización y exceso de apreciación’, donde investiga por qué y cómo los ingresos de capital debidos al incremento súbito de las exportaciones petroleras, las remesas de los emigrantes, la inversión directa extranjera, las ayudas internacionales y la deuda interna y externa nos han causado esta enfermedad económica y social que provoca el declive de la producción con valor agregado. En su estudio, la Dra. Wong afirma que el comercio con China ha impactado las manufacturas latinoamericanas. Asegura que los flujos de ingresos y el exceso de apreciación son causas endógenas y usa los flujos de valores recubiertos como instrumentos excluyentes.
El actual Gobierno ecuatoriano está muy consciente de esta realidad y diseñó una estrategia mediante la cual la generación de riqueza que se mide por el porcentaje del PIB de cada industria sobre el PIB total esté dada por una revolución para transformar la matriz productiva, lo que permitiría al Ecuador superar el modelo actual, que es concentrador, excluyente y basado en recursos naturales, por un modelo democrático, incluyente a través del conocimiento y el talento humano. Se necesita realizar un encadenamiento productivo incrementando el porcentaje de materias primas de otros sectores que se consumen durante el proceso de manufactura con relación al valor final de la producción. De esta manera, los productos, los procesos productivos y las relaciones sociales resultantes de esos procesos, cuyo conjunto forman la matriz productiva tendrán un nuevo esquema de generación, distribución y redistribución de la riqueza, para reducir la vulnerabilidad de la economía ecuatoriana, eliminar las inequidades territoriales e incorporar a los actores que históricamente han sido excluidos del desarrollo del mercado.
