Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Nancy Bravo de Ramsey

La Carta de Jamaica

22 de septiembre de 2015 - 00:00

Por entonces Bolívar vivía circunstancias difíciles. Tres años apenas habían transcurrido en las jornadas de las duras luchas por la independencia y luego de la derrota sufrida ante las huestes de José Tomás Boves, en 1814, el Libertador regresó a Nueva Granada con el ánimo dispuesto para retomar la empresa agobiante pero gloriosa de la Campaña Admirable. No obstante, sus desalentados partidarios decidieron no acompañarlo.

Muy próxima estuvo entonces la realidad del destierro para don Simón, cuando contaba con 32 años, y eligió a Jamaica para ver transcurrir los días solitarios de los 7 meses que vivió en Kingston, desde el 9 de mayo hasta diciembre de 1815, entusiasmado ante la idea de convencer a los ingleses, acerca de su cooperación con el esfuerzo por la independencia latinoamericana. Conviene recordar en este punto que por entonces, Gran Bretaña era la nación liberal más poderosa del siglo XIX en muchos aspectos. No obstante, llegado el momento de elegir, Bolívar prefirió la ayuda de Haití.

Sabemos que la Carta de Jamaica -un análisis sobre el presente de aquel tiempo, así como sobre el futuro de los pueblos sudamericanos y la necesidad de su urgente independencia- constituye uno de los más importantes documentos redactados por Simón Bolívar. ¿Cómo nació? Pues fue escrito como la respuesta de nuestro Libertador a la misiva de un destacado ciudadano inglés, residente en Falmouth, cerca de Montego Bay, en la costa Norte de Jamaica. Se presume que se trata del acaudalado comerciante británico Henry Cullen, apasionado por el conocimiento de las guerras libertarias y en general por la historia del Sur de nuestro continente, quien en su comunicación le pedía a Bolívar dilucidar algunas dudas que tenía con respecto al proceso independentista, por entonces detenido. No obstante, el más grande héroe de América, pese a haber escrito en su Carta de Jamaica numerosas páginas explicativas, se disculpaba ante Cullin diciéndole “me encuentro en un conflicto, entre el deseo de corresponder a la confianza con que usted me favorece y el impedimento de satisfacerle, tanto por la falta de documentos y de libros, cuanto por los limitados conocimientos que poseo de un país tan inmenso, variado y desconocido como el Nuevo Mundo”.

Un documento que ha roto esquemas es este. Quizás por eso ha logrado sobrevivir y descollar a través del tiempo y de la historia. Lo que en él dice Bolívar es contundente y en muchos casos revelador. En la actualidad -septiembre de 2015-, cuando acaba de cumplir 200 años de existencia, la Carta de Jamaica renació cuando en 2014, en la ciudad de Quito, su original -buscado durante 150 años por historiadores que dudaban de su autenticidad- apareció en el Archivo Histórico del Banco Central del Ecuador.

Por entonces, a la fecha en que fue escrita la Carta de Jamaica, cerca de un millón de habitantes poblaban las provincias del Río de La Plata, hoy Argentina, mientras que en Perú existían un millón y medio. Además, 2 millones y medio era la suma de la población de Nueva Granada, Quito, Panamá y Santa Marta y en Chile había 800.000 personas. A su vez, en Nueva España, México, junto con Guatemala, en 1808 existían 7’800.000, pero se vio amenguada su población en más de un millón a causa de las guerrillas permanentes.

Y finalmente, Venezuela perdió una cuarta parte de sus habitantes por la misma razón. Pero sobre todo, Simón Bolívar, en algunos de los párrafos de la Carta de Jamaica, expresa lo que era su gran esperanza: la unión de las naciones del Sur de América, en una sola República. “Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería por consiguiente, tener un solo gobierno”. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media