La adolescencia, juventud y las drogas: Problema de todos (3)

Los medios de comunicación en el Ecuador (prensa escrita, la televisión y radio) a la que hay que agregar la venta de CD (con contenidos de música y películas) y los diversos usos de Internet, en términos generales, no educan, no desarrollan el autoconocimiento y la autoestima, no cultivan los valores superiores y los espirituales, no estimulan la esperanza ni la búsqueda de un buen sentido de la vida. Lo formativo para el desarrollo del ser humano es tan solo una excepción.

Gran parte de  los medios de comunicación se dedica a recrear las tragedias humanas, los más macabros hechos. Debiera establecerse la obligación de que por lo menos la misma cantidad de tiempo sea de información sobre  aspectos positivos y de orientación para encontrar mejores caminos en la vida. Se alienta el machismo, el autoritarismo, la burla, la violencia como parte de una cultura patriarcal y egoísta que atraviesa todas las relaciones sociales  en sus diversos ámbitos familiares, escolares y deportivos en las diversas comunidades.

Para tener mayor audiencia en la radio y televisión o venta de periódicos, se exacerba a la pornografía y la rivalidad a muerte en las competiciones deportivas. Los medios de comunicación deben orientar en el sentido de que se trata de competencias deportivas, donde debe prevalecer el juego limpio y la integridad del otro y no que es una guerra total, donde todo vale. He visto y oído la semana anterior en los medios de comunicación incitación a la violencia por quienes dirigen programas deportivos.

Debe existir leyes más severas y disposiciones expresas, para que puedan ser sancionadas las personas que hacen mal uso de los medios de comunicación manifestando discriminaciones de género, raciales, edades, culturas, etc., como acontece por ejemplo en algunos países al hacer propaganda sobre el nazismo, que practicó en forma sistemática toda clase de crímenes de lesa humanidad. Sería bueno que las autoridades e investigadores examinaran los contenidos de los medios de comunicación de la semana anterior a la muerte de un aficionado de fútbol.

Igualmente me inclino a que se prohíban las telenovelas, la proyección de películas en lugares públicos donde se haga una apología de los traficantes de drogas, a que en las camisetas de los equipos de fútbol haya propaganda de bebidas alcohólicas y cigarrillos, por más legales que sean, no dejan de ser drogas que inducen a niños, adolescentes, jóvenes y a todos los ciudadanos a la adicción.