En esta semana, el Presidente de la República presentó el “Plan Retorno Gradual a clases presenciales en instituciones educativas del país”. La ministra de Educación, María Brown Pérez, señaló que a escala nacional hay 15.135 planes de retorno a clases; 5.089 solicitudes de modalidad semipresencial con aforo controlado de las cuales 1.301 han sido aprobadas y podrán iniciar clases desde este lunes 7 de junio.
La Ministra indicó que el retorno a clases presencial y semipresencial se dará de manera segura y voluntaria, para lo cual se han contemplado varios ejes y acciones.
Como era de esperar, el anuncio de un retorno progresivo a las aulas, ha generado reacciones en la ciudadanía en donde se mantienen criterios divididos.
Por un lado, hay quienes creen necesario un retorno progresivo a las aulas, por todo lo que ha implicado el estar fuera de ellas (socialización, nivel de aprendizaje, afectación psicológica, etc.). Por otro lado, hay quienes sostienen que un retorno expondría nuevamente a la ciudadanía, por el bajo porcentaje de población inmunizada que hasta el momento existe.
Y es que el anuncio realizado por el Gobierno no se articula con los tiempos señalados de vacunar a 9 millones de ecuatorianos en cien días, reto asumido por Guillermo Lasso al inicio de su Mandato. El proceso recién ha iniciado y aún no se conoce la reacción que la ciudadanía tendrá luego de esta primera fase de vacunación.
A ello se suma la realidad por el alto número de contagios y nivel de saturación que se mantiene en varios hospitales del país y que indica que el riesgo sigue siendo alto. La exposición a la que se someterán los estudiantes y profesores, podría generar un nuevo rebrote, provocando una mayor saturación de los hospitales y posteriormente un nuevo cierre de unidades educativas.
El anhelado retorno a las aulas en el Ecuador, deberá estar a tono con el proceso de vacunación. Actualmente, niños, niñas, adolescentes y adultos jóvenes, aún no han sido vacunados. Los países que han decidido retornar a la nueva normalidad, ya han podido vacunar a la mayoría de su población, lo cual no ocurre hasta el momento en nuestro país.
Esperemos que el Gobierno no tropiece en su intención de retornar a las instituciones y que el sentido común y la responsabilidad con el país se impongan en los momentos actuales, a fin de evitar consecuencias en el mediano plazo.
