El título de este artículo es el saludo de los monjes cartujos. Y ellos contestan: “Ya lo sabemos”. Todos hemos de morir. Pero unos completan una vida plena. Y otros no alcanzan a cumplirla. En ese caso la muerte es un accidente. A Hugo Chávez, a diferencia de Nelson Mandela, un cáncer le impidió completar su mandato. Esos dos grandes líderes nos dejaron en 2013.
La revista británica The Economist, de clara orientación neoliberal, escogió a Uruguay como “el país del año”. La publicación destaca, entre otras cosas, la aprobación del matrimonio homosexual y la regularización de la marihuana. Por su parte, la revista norteamericana TIME eligió al papa Francisco como el personaje de 2013.
A propósito de estas menciones, vale pasar una rápida revista a otros sucesos internacionales importantes (sin orden cronológico): la crisis reinante en su dimensión planetaria; cuyo síntoma más evidente se encuentra en el cambio climático y en el calentamiento global, que es una amenaza común a todas las civilizaciones que habitan en el mundo actual. Una evidencia de ello fue la medición del dióxido de carbono, por primera vez, por sobre las 400 partes por millón.
¡Todos espiados! Las revelaciones de Edward Snowden, el técnico en sistemas, vinculado a la CIA y a la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA por sus siglas en inglés) que reveló el programa secreto de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. La NSA espió (espía) a millones de personas.
La decisión de explotar el petróleo de una parte del Parque Nacional Yasuní. El presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien obtuvo la reelección con una amplia mayoría, decidió finalizar la Iniciativa Yasuní-ITT, debido a la poca acogida internacional y a la necesidad de los recursos provenientes de la extracción petrolera.
El bochornoso incidente del avión presidencial de Evo Morales.
La catástrofe en Filipinas.
La postura de Vladimir Putin para detener la inminente invasión “aliada” a Siria. Dada la trascendencia geopolítica de este éxito diplomático, para muchos fue el suceso del año.
El acuerdo sobre energía nuclear logrado entre los “aliados” e Irán.
Para muchos, por su trascendencia geopolítica, la postura de Vladimir Putin para detener la invasión a Siria fue el suceso del año.
El puesta en escena, otra vez, del multilateralismo comercial en la novena conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio), realizada en Bali.
La misión lunar china. China es un actor global. Se prevé que en el próximo decenio se convertirá en la primera potencia económica del planeta.
Los saqueos en Argentina y las protestas populares en Brasil.
La apertura al capital privado del sector energético mexicano.
La segunda elección presidencial de Michel Bachelet, en Chile, y el ocaso del partido pinochetista.
Los diálogos de paz entre el Gobierno y las FARC, boicoteados en forma constante por Álvaro Uribe.
Y, por último, algo que no podemos pasar desapercibido y que nos une a los ecuatorianos: la clasificación de la selección al Mundial de fútbol de Brasil.
¡Feliz año 2014! ¡Vida para todos!
