Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Guantánamo, usurpación y abusos sin tiempo

06 de noviembre de 2012 - 00:00

Esta es una historia de usurpaciones, de abusos desmedidos, con intenciones de prolongarlos a perpetuidad, sin límites de tiempo. Era 1898. España se rehusaba a conceder la independencia de Cuba que  luchaba sin el armamento y los recursos necesarios, enfrentando a una de las flotas navales más peligrosas de aquellos días… Pero el comandante de las naves ibéricas cometió el “grave error” de hundir al acorazado Maine, de bandera norteamericana, ya al término de la guerra hispano-estadounidense.

El poderoso país del Norte aprovechó entonces la oportunidad. Negoció con la abatida España la independencia de Cuba, a la que pasó a controlar convirtiéndola en su protectorado por espacio de algunos años y mediante el Tratado cubano-estadounidense, firmado el 23 de febrero de 1903 por Tomás Estrada Palma, primer presidente de la República de Cuba, obtuvo el arrendamiento perpetuo de una extensión de aproximadamente 117,6 kilómetros cuadrados, ubicados al extremo sureste de la isla, “por el tiempo que las necesitare para el objeto de establecer en ellas estaciones carboneras o navales, las extensiones de tierra y agua situadas en la isla de Cuba que a continuación se describen ”.

Y señala, además, el documento: “Si bien los Estados Unidos reconocen por su parte la continuación de la soberanía definitiva de la República de Cuba sobre las extensiones de tierra y agua ambas descritas, la República de Cuba consiente por su parte, en que, durante el período en que los Estados Unidos ocupen dichas áreas a tenor de las estipulaciones de este convenio, los Estados Unidos ejerzan jurisdicción y señoríos completos sobre dichas áreas. (…).

Al poco tiempo, el recién formado protectorado se vio obligado a incorporar la enmienda Platt a la Constitución cubana, lo que hizo más firmes aún las obligaciones del gobierno caribeño contenidas en el Tratado cubano-estadounidense de 1903. El alquiler que debía pagarle USA a la nación isleña por el uso de tierras y aguas de la Bahía de Guantánamo, que ascendía a la renta anual de 2.000 dólares en monedas de oro y que en 1934 equivalía a la suma de 4.085 dólares estadounidenses del Tesoro, añadió el requerimiento de que la terminación de esta renta o el abandono de la propiedad por Estados Unidos requeriría del consentimiento de ambos gobiernos. Sin embargo, desde la llegada al poder de Fidel Castro, Cuba ha cobrado tan solo una renta del alquiler, pues considera ilegítima la presencia de Estados Unidos en Guantánamo.

Y continúan agravándose las consecuencias de abusos que trajo consigo la presencia impuesta de Estados Unidos en tierras cubanas. A partir del último cuarto del siglo XX, la conocida como Base Naval de la Bahía de Guantánamo (Guantánamo Bay Naval Base, o Gitmo) fue utilizada por los norteamericanos como centro de reclusión para refugiados cubanos y haitianos interceptados en alta mar. Pero más adelante, desde el año 2002, parte de la base viene siendo usada para albergar a prisioneros sospechosos de nexos con Al-Qaeda y el ejército talibán, que fueron capturados mediante secuestro en Afganistán, Pakistán y otros países, trasladados hasta Guantánamo sin cargos y mantenidos prisioneros sin fórmula de juicio, en una total aberración de toda norma jurídica internacional.

Rápidamente Guantánamo se convirtió en un oscuro símbolo de los peores excesos de Estados Unidos en su llamada “guerra contra el terrorismo”, lanzada luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, con sus celdas estrechas e interrogatorios vejatorios. Divididos en tres grupos, cuya ubicación depende del buen o mal comportamiento de los 171 encarcelados actuales, cada uno se siente hundido “en un agujero negro, sin acusación, sin juicio, sin saber qué será de ellos al día siguiente”, según testimonio de Andy Worthington, autor de “Dossieres de Guantánamo”, la historia de los 774 detenidos de días atrás, transcurrida en aquella prisión ilegal de Estados Unidos.

Tal es entonces su desesperación agravada por el maltrato permanente, que hasta la fecha ha habido seis suicidios y 40 intentos. Pero, ¿qué pasa con Barack Obama, que, desde su llegada al poder, el 20 de mayo de 2009, prometió y dio la orden de cerrar la funesta prisión de Guantánamo? Ha pasado ya un año y todo continúa igual. ¿Es que acaso jamás estuvo en condiciones de llevar a cabo su promesa?

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media