Ecuador, 25 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Emir Sader

Columnista invitado

¡Es el Estado!

Columnista invitado
26 de julio de 2015 - 00:00

Desde que Ronald Reagan dijo que el Estado dejaba de ser solución para ser el problema, el Estado pasó a estar en el centro de los debates y de las luchas políticas. Reagan apuntaba al Estado como ineficiente, corrompido, expropiador de recursos de las personas, productor de inflación -el resumen de los problemas que la humanidad enfrenta-.

En su lugar se promovía la centralidad del mercado y de las empresas, identificados como eficientes, dinámicos, baratos. Cuanto menos Estado, mejor (para ellos). Estado mínimo significa mercado máximo. Menos regulación, menos derechos, menos protección, menos políticas de inclusión social.

Algunos de los que han hecho la crítica de una llamada ‘estadolatría’ de la izquierda en el período histórico anterior, han buscado refugio en la ‘sociedad civil’, que mal pudo enmascarar al mercado, en la versión dominante del  neoliberalismo. Las ONG y algunos intelectuales se han mezclado con el neoliberalismo, por el rechazo común al mercado. Sin considerar el punto de vista sobre el poder del Estado, esas fuerzas han desaparecido de la escena política.

Superar al neoliberalismo es asumir funciones que fueron anuladas en el Estado mínimo. Estado mínimo no significa más ciudadanía, sino menos, porque ciudadano es el sujeto de derechos y lo que más hace el neoliberalismo es expropiar derechos, en favor del consumidor y del mercado. El que puede garantizar derechos, promover políticas sociales, participar de procesos de integración regional y de alianzas Sur-Sur, implementar políticas externas soberanas, proteger el mercado interno, inducir políticas de expansión económica con distribución de renta, programas de desarrollo tecnológico y científico, entre otros, es el Estado.

Por todo ello, el blanco central de la derecha y de la restauración conservadora es el Estado. Es alrededor del Estado que se dan los grandes debates actuales, sean económicos, sociales, culturales o directamente políticos.

Dime qué tienes que decir sobre el Estado y te diré dónde te ubicas en política e ideología. No es la polarización que le gustaría al neoliberalismo, entre un Estado que él ha maltratado, deshecho, y una supuesta esfera privada. Porque la esfera del neoliberalismo no es una esfera privada, sino la esfera mercantil, donde todo se vende, todo se compra, todo es mercancía. Y la esfera de la izquierda es la esfera pública, la esfera de los derechos y de la ciudadanía. El Estado es un espacio de disputa hegemónica entre ambas -la pública y la mercantil- que frecuentemente se representan y se disputan en él. Mucha razón tienen los países que han decidido refundar el Estado, para adecuarlo a la nueva base social que sostiene el poder político, el nuevo bloque social que lleva adelante las políticas de superación del neoliberalismo. Los que no lo han hecho, padecen de un aparato burocrático incapaz de incorporar la participación popular que los nuevos gobiernos requieren.

Nunca como ahora el pensamiento crítico tiene que volcarse hacia el tema del Estado, de las formas que debe asumir para corresponder a los gobiernos que buscan la construcción de modelos de superación del neoliberalismo. Del tipo de poder popular que se necesita para echar raíces definitivas de las nuevas formas de Estado que necesitamos. (O)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media