Un vídeo procedente del cantón Valencia, provincia de Los Ríos recorre las redes sociales. Un delincuente enfrenta a un par de policías a quienes amenaza con acuchillarlos. La escena es vergonzosamente cruel. Se ve a un policía amenazar al delincuente con dispararle pero no le dispara. El antisocial lo hace retroceder, lo insulta y el policía no dispara. No se atreve, no quiere, no puede.
El delincuente sí puede amenazarlo hasta con matarlo a cuchillos pero el policía no puede actuar. Está impedido por su propia impotencia y debilidad. "Te disparo, te disparo", le amenaza el policia pero no dispara. No se defiende, no hace el legítimo uso progresivo de la fuerza y se detiene. El vídeo transmite la realidad: un delincuente que puede y un policía que no puede.
El país soporta una arremetida feroz de las bandas delictivas. No se detienen ante nada ni ante nadie. Se nos vienen encima y nos roban lo que tengamos o no en ese momento del robo. El mal está regado en todas nuestras calles.
Hay policías valientes que asumen su labor de proteger a la sociedad y a los ciudadanos con mucha responsabilidad y seriedad. Exhiben resultados y son eficientes en la lucha contra el crimen. Pero en Valencia no fue así. Los policías se mostraron incapaces de enfrentar al delincuente. Me causa dolor e indignación éste acontecimiento. Luego llega un policía en moto: dispara e hiere al policía agredido por el delincuente.
Necesitamos una policía valiente y policías valientes para enfrentar a los malos. Desde luego el miserable que se enfrentó al policia sigue vivo. El policía está herido. Es que sino lo haces: te lo hacen. ¿Están ganando la guerra de la inseguridad los delincuentes?
