Despierta mucho interés en varios países del planeta. Citamos dos ejemplos que confirman lo dicho. En 2012, Jean-Luc Mélenchon, en uno de sus discursos de campaña como candidato a la presidencia de Francia, representando al Frente de Izquierda, manifestó: “La Revolución Ciudadana es un proyecto integrador porque incluye la idea del poder ciudadano. Esa palabra permitió hacer converger tradiciones revolucionarias muy distintas”. Añadió que el proyecto político del Gobierno de Ecuador, que encabeza Rafael Correa, ha sido su fuente de inspiración.
En de 2013 estuvo de visita en nuestro país y ofreció la conferencia ‘Crisis europea y políticas alternativas’. En su intervención, entre otros aspectos, afirmó: “La Revolución Ciudadana no es solamente una consigna política, es la respuesta concreta a la crisis del sistema capitalista de nuestro tiempo”. El político francés también hizo un análisis sobre el origen de la crisis del Viejo Continente, explicando cómo funciona el Banco Central Europeo y cómo la supuesta ‘ayuda’ ha ocasionado la total dependencia hacia esos capitales. Mélenchon está convencido de que el socialismo reemplazará a la socialdemocracia europea que ha colapsado en medio de la crisis neoliberal. Destacó -además- el trabajo del gobierno de Correa, poniéndolo como ejemplo para todo el planeta. El programa de la Revolución Ciudadana “ubica al ser humano en primer lugar; no como en otras partes del mundo donde ese lugar lo ocupan los grandes negocios”, concluyó el político francés.
Pablo Iglesias, líder del movimiento Podemos, de España, en una conferencia ofrecida en la Universidad del País Vasco, en mayo de 2013, manifestó su admiración por Rafael Correa porque “ha demostrado que se pueden cambiar las cosas, por fuera de los mandatos del capital. El Banco Central del Ecuador era autónomo. Dejó de serlo. Ahora depende del Gobierno y tiene control popular, control democrático. Los dineros que los tenía en el exterior regresaron y fueron utilizados en servicios sociales, produciendo resultados magníficos”, anotó. También mencionó: “Hicieron una ley para repatriar las reservas de la banca privada y les empezaron a cobrar impuestos. Realizaron una auditoría de la deuda externa; es decir, investigaron qué elementos de esa deuda eran legítimos y cuáles no; porque si en una parte se hizo fraude a los ciudadanos, o se obró sin su consentimiento, esa deuda es ilegítima. Lo dice la Biblia, lo dice el Corán: las deudas ilegítimas no se pagan. La deuda fue renegociada a 1/3 de su valor nominal, con lo cual liberaron recursos para inversión social”. Iglesias habló también sobre la Nueva Constitución, el incremento de salarios, la renegociación petrolera, las nuevas universidades, la disminución de la pobreza.
El actual eurodiputado está consciente de que si en Ecuador podemos, en España también podrán; siempre y cuando su movimiento logre llegar a La Moncloa.
Mientras tanto, en Ecuador, los opositores que forman parte de la restauración conservadora critican todo y no proponen nada. Allá ellos. No hay peor ciego que el que no quiere ver.
