Así le preguntaron a un joven de 12 años, víctima de las drogas, expulsado del colegio a quien que por orden judicial se dispuso su tratamiento en un centro de recuperación público. “No” fue la respuesta obvia del enfermo adicto a las drogas y bajo los efectos de sustancias psicoactivas.
Niños y jóvenes que provienen de hogares pobres deambulan somnolientos porque sus padres no poseen los recursos económicos para poder internarlos aún a la fuerza en algún centro de recuperación privado.
El Reglamento para la Regulación de los Centros de Recuperación para Tratamiento a Personas con Adicciones o Dependencias a Sustancias Psicoactivas, emitido por el Ministerio de Salud, señala que la finalidad de estos centros, sea público o privado, es brindar atención integral a personas con problemas de adicción o dependencia de alguna sustancia psicoactiva; en tanto que en el artículo 9 dispone que para el internamiento de cualquier persona en un centro de recuperación debe ser precedido por una entrevista de admisión al paciente, con la finalidad de determinar al menos la voluntariedad de la persona de ingresar al programa; y en el artículo 20 se establece como prohibición g) retener, someter a personas por medios violentos para proceder a su internamiento forzado; recalca que excepcionalmente un médico podrá ordenar el internamiento de la o del paciente, y que en caso de niños, niñas y adolescentes se deberá adicionalmente remitir un informe al juez de la Niñez competente, a fin de que confirme o revoque la orden de internamiento. El internamiento únicamente se podrá realizar en un centro especializado para tratamiento de niñas, niños o adolescentes.
En la vida real eso no sucede, por lo que es válido preguntarse si en casos de extrema adicción de niños, niñas y adolescentes, debe procederse de una manera distinta, porque muchos de ellos han sido abandonados ante la impotencia de poder controlarlos.
Una recuperación no se da en cuestión de días de internamiento, así lo pregonan alcohólicos y narcóticos anónimos que tras largos años de abstinencia se autodenominan en recuperación. El Ministerio de Salud, junto a las instituciones que conforman la Comisión Interinstitucional Técnica Nacional, debe tomar acciones para poner fin a este grave problema. (O)
