Quienes no son abogados se escandalizan ante audiencias diferidas. Esa crítica, lega, equivale a que, sin ser médicos, critiquen el uso de Laparoscopía en un Prolapso pélvico. Lo que pasa es que aún no han leído esta columna.
Diferir audiencias ante pedidos justificados de abogados es garantizar el derecho constitucional a la defensa a quienes se les presume su inocencia. ¿Quiénes son inocentes hasta que se demuestre lo contrario? Los de los pronombres: yo, tú, él, ella, ellos, nosotros, vosotros. Vamos a ver:
CASO A: El abogado X tiene 10 clientes (si pierde, se van 20 años a la cárcel). En el caso H, le señalan audiencia al cliente P, el 03 de enero, para el 20 de febrero. En el caso J, le señalan audiencia al cliente M, el 03 de febrero, para el 20 de febrero. ¿Se cruzan las fechas? Sí. ¿Puede el abogado X abandonar a uno de los dos? No. ¿Qué audiencia se notificó primero? La del caso H. ¿Qué debe hacer el abogado X? Presentar un escrito en el caso J, justificando que tiene otra audiencia el mismo día y que fue señalada con anterioridad. ¿Es esto burlarse de la justicia? No. Esto equivale a garantizarla.
CASO B: El abogado X tiene 10 clientes. Desde el 10 de febrero hasta el 28 de febrero estará fuera del país. Compró sus pasajes el 03 de enero. En el caso H, le señalan audiencia, el 03 de febrero, para el 20 de febrero. ¿Va a estar físicamente presente? No. ¿Compró los pasajes antes de haber sido convocado? Sí. ¿Puede pedir diferimiento? Sí. ¿Qué pas si compró los pasajes el 10 de febrero? Entonces no puede pedir diferimiento porque los compró a sabiendas que tenía señalada una audiencia y pudo prever su viaje.
CASO C: El abogado X se enferma y queda físicamente imposibilitado. ¿Es posible enfermarse? Claro, no somos robots. ¿Puede un juez obligarnos a acudir con apendicitis a la audiencia? No, a menos que quieran que perezcamos de peritonitis ahí mismo. ¿Y si el certificado médico es falso? ¡Ah! Ahí sí es otro andar. Existe el delito de falsedad de recetas médicas, en el cual abogado y médico deberán responder por un delito contra la fe pública.
No porque un caso sea mediático significa que no existan casos mucho más importantes y serios en la vida real. Imagínese que pone su vida en las manos de un abogado en un caso que a ningún medio le importa y que su abogado deba abandonarlo porque hay agendas “más importantes”. Diferir es una garantía procesal para usted, que no se arrodilla ante su incapacidad de empatía.
