Luego de que el país enfrentara una paro doloroso, la tarea del Gobierno por reconciliar a varios sectores y responder a las necesidades ciudadanas se mantiene. A falta de tres largos años para la culminación de la actual administración, la necesidad de generar reformas integrales se convierte en un tema urgente.
El Gobierno deberá repensar la perspectiva económica y la reinversión de los recursos del Estado. La construcción de puentes reales con los diversos sectores del país y un trabajo en territorio, permitirá el fortalecimiento de su administración, a fin de evitar que nuevas movilizaciones se puedan realizar.
Para ello, será importante priorizar de manera conjunta lo político, generando estabilidad en lo económico y dinamizando el ámbito social. No se puede atender estos tres ejes de manera separada si es que se quiere evitar nuevos estallidos. Ello deberá ser tomado en cuenta por las autoridades, pues el Gobierno ha quedado con un margen mínimo de error, por lo que ya no se pueden tomar decisiones apresuradas.
Será necesario en ese sentido, la construcción de narrativas más pedagógicas, que acompañen a la frialdad que exponen las cifras presentadas por entidades técnicas y que mantienen distantes a las autoridades de la ciudadanía. Ello requiere de una mayor y mejor comunicación.
Mientras el Gobierno intenta levantarse de a poco por los efectos del paro, quienes fallaron en su intento por destituirlo, buscan fortalecerse y se mantienen al asecho.
Quedó claro que la Asamblea buscó la destitución del presidente Guillermo Lasso, argumentando conmoción social. En ese ámbito, tanto UNES, PSC, ID y Pachakutik, hacen un balance de los costos que generarán sus acciones en el futuro. Las seccionales del próximo año permitirán confirmar si lo actuado por la oposición generá los frutos necesarios.
Si bien la oposición falló en su intento por destituir al Gobierno, está claro que la misma no parará y buscará emplear nuevas acciones y triquiñuelas para lograrlo, sabiendo sobre todo que existe un gobierno debilitado.
Por tal razón, se requiere de manera urgente generar un cambio de timón en el régimen, que le permita mantener niveles mínimos de gobernabilidad, a fin de que pueda concluir su período, el cual se le ha puesto muy cuesta arriba.
