Hace muy pocas semanas, el eminente científico británico Stephen Hawking -físico teórico y cosmólogo- aseguró que dentro de 50 años los humanos estaremos viviendo en la Luna. Pero ya desde años atrás, otros hombres de ciencia hablaban acerca del tema, con la certeza de que la carrera espacial encaminaba sus pasos hacia un éxodo planetario que tomaba en cuenta como posibles destinos a nuestro satélite natural, pues la Luna es uno de los destinos con mayores posibilidades para instalar en ella una colonia espacial debido a su cercanía con la Tierra, por lo que ofrece una rápida comunicación de 3 segundos mediante audio o video.
De igual manera, el tiempo de viaje hasta el satélite es de solo 3 días, lo que permite el transporte fácil de materiales necesarios de los que carece la Luna, como carbono, hidrógeno y nitrógeno, que podrían ser llevados desde los asteroides y cometas que sí los tienen y se encuentran próximos a la Tierra. Se piensa también que las primeras colonias podrían establecerse en órbita, como satélites espaciales creados para llevar a los terrícolas fuera de nuestro maltratado y agotado mundo, así como en Europa, luna de Júpiter o en otro planeta como Marte. Allí, posiblemente, luego de 100 años.
Según Stephen Hawking:
“La superpoblación y la escasez de recursos serán los impulsores de la verdadera era de la exploración espacial”.Otro eminente científico inglés, sir Arthur Clarke, el inventor de la Órbita de Clarke, en 1945, que hizo posible los satélites para las telecomunicaciones, y tan famoso por sus conocimientos como por sus impresionantes obras literarias de ciencia ficción -una de ellas, 2001: Odisea del espacio, llevada al cine con enorme éxito-, aseguró en 2008, un año antes de morir a los 90 de edad, que “la colonización del espacio es el próximo paso lógico en nuestra evolución como especie. (…) Nuestros descendientes, que vivirán en la Luna o en Marte, ciertamente visitarán la Tierra de vez en cuando, con sus trajes especiales para soportar la tremenda gravedad de la Tierra y sus máscaras antigás, para filtrar los innumerables malos olores que nuestro planeta aprendió a generar durante su larga historia de millones de años”, afirmó.
A su vez Stephen Hawking, el jubilado profesor de la Universidad de Cambridge, quien ha sido distinguido con doce doctorados honoris causa por sus notables conocimientos y su importante aporte científico a la humanidad, señaló: “La superpoblación y la escasez de recursos serán los impulsores de la verdadera era de la exploración espacial”. Añadió el célebre personaje durante un programa de ciencia televisado en Inglaterra, que “la raza humana se enfrentará a una inminente extinción porque (…) nuestro planeta es un viejo mundo amenazado por una población cada vez mayor y recursos finitos”, por lo cual alertó a anticiparnos ante aquellas amenazas y tener un plan B.
Esos recursos tan vitales para el hombre, como son el agua, el oxígeno y los alimentos animales o vegetales, se encuentran en proceso de agotamiento. Como consecuencia, se presume que, en un futuro no lejano, las guerras podrían originarse por la apropiación del agua, de los alimentos y de las regiones con mejor atmósfera en nuestro castigado planeta. En la actualidad, son muy pocas las naciones que han desarrollado una carrera espacial: Estados Unidos, Rusia y China están a la cabeza, siguiéndolos uno que otro país que podría intentarlo. Cuando llegue el momento de la colonización del espacio -también conocida como humanización del espacio-, ¿qué pasará con aquellas naciones que no se hayan adentrado en el cosmos? ¿Será acaso que millones de terrícolas quedarán abandonados en lo que para entonces será un planeta moribundo? ¿O quizás algunos de ellos serían llevados como los primeros colonos del nuevo hábitat de los seres humanos, para hacer de ellos conejillos de indias en un lugar impredecible?
