Las redes sociales, a ratos, son el espacio donde las pasiones tienen cabida, y la desinformación el “caldo de cultivo” (nótese que no uso la expresión “fake news”, dado que conforme la posición de la UNESCO, y con la cual comulgo, tal frase es usada por ciertas administraciones gubernamentales para, de alguna manera, restringir derechos a la libertad de expresión con base en argumentos ideológicos). No estoy diciendo que en la “aldea digital” de la que las redes sociales son parte, todo es negativo. De ninguna manera. Pero estoy convencido que, en varias ocasiones, no todo es “color de rosa”.
A propósito de lo dicho, hace días el flamante gerente de TC Televisión (estación televisiva incautada por el Estado ecuatoriano), Don Rafael Cuesta, tuvo que dedicar unos minutos de su espacio de opinión en el mencionado medio de comunicación para aclarar una imagen que se había reproducido en redes, donde se aseguraba que su sueldo que percibe por concepto de su labor profesional bordea los 22,000 USD. El periodista aseveró, en resumen: es falso, y mi remuneración no llega ni a la tercera parte de esa cifra (es decir, menor a 7000 USD, en números redondos); también agregó que en TC Televisión (TC TV) nadie gana “ni siquiera la mitad de 22,000 USD”, que su remuneración es la misma de antes (cuando exclusivamente ejercía su derecho a la libertad de expresión) aunque ahora trabaja doble, y que es un buen salario. A más de lo dicho, enfatizó que existieron personas que ganaban más de 22,000 USD, que fueron ellos quienes “saquearon TC TV”, y que “destruyeron los otros medios incautados y dejaron nómina impaga”.
Debo decir que es motivo de saludo la actitud de Don Rafael Cuesta. Sin embargo, y aunque no solo es política sino también socialmente correcto el “brindar una idea” de lo que se gana por administrar un canal de televisión prácticamente rentable, considero de mejor provecho cerrar el hilo ¿Cómo? Una ruta:
TC TV es una especie de empresa híbrida (administrada por el Estado, pero a su vez operada con lógica privada) ¡Jamás lo he podido comprender! En buen romance: el ente gubernamental (no un privado) inyecta recursos, y como TC TV es rentable, es lógico que el Estado deba recibir parte de aquel retorno financiero. Y eso es bueno. Ciertamente “sus números” son azules, y aunque el propio presidente Guillermo Lasso anuncio que el destino del canal de televisión será convertirse al 100% en privado, previo concurso público nacional e internacional; lo cierto es que, como también lo ha dicho Don Guillermo Lasso: el Estado es pésimo administrador. De ahí que, es inadecuado que el Estado ejerza en TC TV un rol de gestión cuando su naturaleza es mejorar la vida de la gente, no asumir tareas empresariales.
En fin, creo que se cierra el hilo y se “dejan sin piso” suspicacias cuando se den a conocer ingresos, gastos y resultado de la diferencia. Solo bastaría voluntad y valentía ¡Y Don Lasso y Don Cuesta la tienen! De paso, ideal sería que con “nuevo timón” se dé oportunidad a quienes se la merecen y fueron marginados cuando, como dijo Don Cuesta: “saquearon TC TV”.
