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El Telégrafo
Mario Muno

Fin del consenso sobre el coronavirus

03 de mayo de 2020 - 00:00

Mientras que muchos países han establecido estrictos toques de queda, y en Nueva York se cavaron fosas comunes como medida de precaución, Alemania parece lidiar la crisis notablemente bien. Es cierto: el virus también sigue extendiéndose aquí, causa muertes también y cientos de miles de personas están perdiendo sus trabajos e ingresos. Pero haciendo una comparación a nivel internacional, hasta ahora, Alemania va bien: las medidas coercitivas son relativamente leves y el número de muertes es bajo. Además, hubo un notable consenso en que la estrategia de distanciamiento social era la correcta.

Sin embargo, este consenso se está desmoronando cada vez más: la gente se apiña en zonas peatonales y parques como si nunca hubiera habido medidas de distanciamiento. Uno tras otro, los dueños de los negocios no dejan de exigir que se ponga rápidamente fin a las restricciones.

Claro. Todos deseamos regresar al estado previo a la pandemia, que se describe como “normal”. Pero antes de la pandemia también estaban el cambio climático, los refugiados que se ahogan en el Mediterráneo y las aerolíneas a punto de irse a la quiebra. También Donald Trump estaba diciendo antes tonterías. No, el mundo no estaba bien, pero podías visitar a tus parientes, tomar un trago en un bar o abrazar a tus amigos. Los católicos y los musulmanes podían celebrar sus ceremonias religiosas.

Los sentimientos nostálgicos no ayudan en este momento. La tan preciada “normalidad” está todavía muy lejos. El encierro fue un cambio emocionante al principio, pero ahora nos encontramos ante un largo camino por correr, cuyo final es imprevisible. Es comprensible que alguien se queje.

Lo esencial suele pasar a segundo plano: el hecho concreto es que un virus amenaza la salud y la vida de todas las personas en una magnitud no antes experimentada por nosotros. Si ahora dejamos la política de “aplanar la curva”, nos arriesgamos a una propagación descontrolada del virus con millones de muertes. Este hecho debería ser indiscutible, pero cada vez se duda más o se le resta importancia. (O)

* Tomado de la DW

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