Situada en Anatolia Central (Turquía) abarca 4 provincias y es una región muy atractiva por sus formaciones geológicas que parecen grandes chimeneas, un lugar fascinante con millones de años de historia.

Para hablar de la Capadocia debemos remontarnos a millones de años en el tiempo, este lugar tan particular se formó hace 60 millones de años, con la cadena montañosa de Tauro.

Esta provocó depresiones y barrancas que se fueron llenando con magma producto de las erupciones de varios volcanes. Poco a poco se transformó en un altiplano en el que las lluvias, los ríos y los vientos fueron esculpiendo valles.

Hace miles de años ya existían asentamientos en esta región. Debido a su situación geográfica, Capadocia ha sido un punto clave en las rutas comerciales. También invadieron este lugar muchas culturas, como los asirios, los hititas. Al igual que los persas, los romanos.

Algunos pueblos construyeron ciudades subterráneas, en las que sus habitantes pasaban varios meses sin salir a la superficie.

Llegar a la Capadocia es una de las experiencias más deslumbrantes que uno puede vivir: el encuentro con las “hadas gigantes” se vuelve fascinante y único. Ciudades y pueblos colgados de las quebradas. Estos personajes enormes narran historias y leyendas milenarias que definen la identidad de estos pueblos.

Descubrir templos de miles de años de antigüedad nos sobrecoge y nos revela una presencia silenciosa de dioses eternos. En las noches de la Capadocia la luna se abre paso entre las hadas y las pinta con su luz, un regalo deslumbrante para los sentidos.

Recorrer estos paisajes desde el aire subidos en un globo aerostático es una aventura fascinante, una celebración de la vida con la naturaleza, en cuestión de minutos se rompe la noche y nos acercamos e intentamos rozar el sol anaranjado e intenso que se levanta detrás de las montañas, el mejor de los regalos.

Definitivamente estar en la Capadocia es explorar culturas que tienen una historia muy antigua, leer rostros y paisajes que abren libros de sabiduría ancestral. Un encuentro con la naturaleza caprichosa e infinitamente hermosa... (O)