Un llamado, en particular a 5 países, entre ellos USA y Cuba, hizo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para enfrentar la epidemia del ébola que amenaza la humanidad y ha dejado tantos muertos en África Occidental, especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea.
Cuba, sometido aún a criminal bloqueo económico, fue el primero en responder. En 72 horas, 62 médicos y 103 enfermeros voluntarios, que habían participado anteriormente en situaciones de desastre, se preparaban para viajar a Sierra Leona.
Para USA la amenaza era conformar una coalición para enfrentar al Estado Islámico con su típico comportamiento: emprender una guerra más, y dar apoyo bélico a los terroristas insurgentes contra el gobierno de Siria.
Los cubanos acudieron a aportar salud y esperanza; los otros, violencia que generará más violencia y desesperación entre quienes huyen del terrorismo.
Dos visiones del mundo, no coyunturales. Desde el inicio, la revolución cubana viene practicando este internacionalismo solidario. 135.000 profesionales de la salud cubanos ya han cumplido misiones en otros países a lo largo de 55 años; 50.731 cooperantes cubanos hoy están en 66 países de América Latina, Asia y África. Aquí más de 2.000 profesionales y técnicos cubanos trabajan en más de 30 países del continente, y en los más pobres Cuba asume todos los gastos de los programas de ayuda.
El imperio americano, por su parte, desde un principio se fue construyendo con despojos y muerte de los aborígenes que les salvaron la vida a los primeros inmigrantes; se fue apoderando de tierras; su motor de la economía es el complejo industrial militar que vive de guerrear por el mundo, pese a haber sido derrotado en Vietnam. El apoyo de Obama a los terroristas que combaten al gobierno de Siria, es una réplica de lo que Reagan hizo con los Contras en El Salvador.
Ya lanzada la ofensiva mundial contra los terroristas en Oriente Medio, el imperio tardíamente se prepara a acudir al llamado. Obama prometió que enviaría 3.000 militares a África Occidental, pero “ninguno de ellos proporcionará un cuidado directo a los pacientes de ébola”, aseguró Josh Earnest, portavoz de Obama, a los angustiados parientes. Recuérdese que fueron militares los que USA envió a Haití con motivo del terremoto. Su experiencia es el control.
En contraste, y gracias a la solidaridad cubana, son millones a través del mundo los ciegos que ven, los que han sido alfabetizados, los miles que han salido de situaciones de miseria extrema en la que vivían por su estado de discapacitados, como en el caso del Ecuador, uno de los más visibles éxitos de la Revolución Ciudadana con colaboración cubana.
La doctora Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifiesta su agradecimiento por la generosidad del gobierno cubano y de estos profesionales de la salud, “que harán su parte para ayudar a contener el peor brote de ébola de la historia.
Esta colaboración marcará una diferencia significativa en Sierra Leona”.
Un ‘hombre nuevo’ va emergiendo de este internacionalismo solidario.
