César Montaño Galarza
Con la aprobación de la Agenda Digital Andina (ADA) por el Comité Andino de Autoridades de Telecomunicaciones (CAATEL) en su Reunión Ordinaria XXIX del 28 de abril pasado, en el marco de la Presidencia Pro Témpore del Ecuador de la Comunidad Andina, los países miembros envían al mundo un mensaje inequívoco y contundente: para la reactivación económica y el desarrollo de la sociedad digital es prioritario potenciar el uso de las tecnologías de la información y comunicación, que tienen efectos relevantes en la eficiencia y efectividad. Ahora contamos con un instrumento capaz de apalancar aspectos importantes de la recuperación del tejido socio económico y la reducción de la brecha que nos separa de los países más desarrollados. En esta labor, ha sido relevante también el rol del Secretario General de la Comunidad Andina, Dr. Jorge H. Pedraza.
La ADA se construye a remolque de mandatos del Consejo Presidencial Andino de los años 2019, 2020 y 2021; contiene líneas de acción para promover las telecomunicaciones y las TIC para impulsar la transformación digital y la merma de la brecha digital en la subregión. El instrumento materializa una estrategia compartida, dirigida a mejorar la conectividad e innovación fortaleciendo la gobernanza en favor de una sociedad digital.
Cinco ejes determinan la Agenda: Gobierno Digital y Transformación Digital, Infraestructura y Conectividad, Talento Digital, Economía Digital y Nuevas tecnologías para el desarrollo sostenible. Un propósito es fomentar la generación de capacidades en materia de digitalización en los procesos de producción de los países andinos. Sus aplicaciones pueden ser múltiples, entre ellas, telemedicina, teleducación, teletrabajo.
Todos sabemos que uno de los frentes de mayor relevancia en época de pandemia ha sido el de las tecnologías de la información y comunicación, lo que seguirá evidenciándose en los años venideros. Por esto es necesario que al tiempo que valoramos y reforzamos la integración andina, contemos con una hoja de ruta en la ADA, a partir de la cual se deberán adoptar políticas compartidas del más alto nivel en Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, de tal forma que pronto logremos un marco jurídico supranacional armonizado o común sobre la materia. Los beneficios pueden ser numerosos tanto para el sector público (trámites, servicios, transparencia, monitoreos), como para el privado (producción, MiPymes y emprendimientos, ventas, internet de las cosas, reducción de costos, competitividad, etc.), y para los ciudadanos en general en el acceso a tecnología, contenidos e información.
En suma, la Agenda Digital Andina es un hito que puede traer múltiples beneficios a prácticamente todos los sectores, razón suficiente para esperar que el desarrollo que se avecina considere de manera especial el amplio campo de los ciberderechos en concomitancia con el reforzamiento de la ciberseguridad y/o seguridad de la información, porque potencialmente, todo ciudadano puede ser víctima de abusos y atropellos por el uso delincuencial de las tecnologías y sus aplicaciones.
