Fue el 13° año del tercer milenio y del siglo 21 que muy pronto nos acercó a nuestra vulnerable realidad humana, cuando un meteoro explotó sobre la ciudad rusa de Chelyabinks hiriendo a 1.491 personas y dañando unos 4.300 edificios. Fue el más poderoso meteoro que golpeó la Tierra en más de cien años y enseguida un gran asteroide que pasó muy cerca nos asustó aún más. Esto disparó la preocupación internacional sobre los fenómenos siderales y las elucubraciones sobre una catástrofe mundial se intensificaron, pues el papa Benedicto XVI renunció, siendo el primero que lo hace voluntariamente en casi 1.300 años. Muy rápidamente, la preocupación dio paso a una intensa alegría, especialmente latinoamericana, cuando el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue electo como el 266° papa con el nombre de Francisco. Es el primer Papa de las Américas y del hemisferio sur, quien con su humildad y sencillez promete un gran y necesario cambio en la Iglesia católica. Esperemos que las fanáticas hordas vaticanas no lo impidan.
La Unión Europea, por su lado, siguió sin encontrar un claro camino para salir de su agobiante crisis económica; la austeridad solicitada a los gobiernos PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España) y eventualmente a Italia y Francia, ha hecho que la crisis se complique en lugar de mejorar. Alemania es el gran pagador de la Eurozona, con la mayor población y economía, pero sus ciudadanos no están dispuestos a gastar sus muy trabajados euros en ayudas a los irresponsables países PIGS. Y literalmente el Gobierno de EE.UU. de Norteamérica estuvo cerrado, mientras el Presidente demócrata trataba de negociar su modelo de seguridad de salud universal denominado Obama Care, con los legisladores republicanos. China sigue siendo un misterio y casi impenetrable su estrategia; sin embargo, todos los países le venden, todos le compran y todos le deben. China consistentemente provee a la economía global más de lo que de ella demanda, lo cual agrede a aquellos países que quieren que sus exportaciones crezcan.
Julian Assange lleva asilado 562 días en nuestra embajada en Londres y no se vislumbra una solución a su problema legal y diplomático. Pero lo que más nos ha impactado es el testimonio del norteamericano Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., quien revela las operaciones de vigilancia masiva mundial. En su mensaje navideño nos dijo: “Un niño nacido hoy crecerá sin ningún concepto de la privacidad”.
Yo sinceramente espero que por lo menos una de las diez predicciones de Isaac Asimov, escritor de ciencia ficción y bioquímico soviético, nacionalizado en Estados Unidos, hechas durante la Feria Mundial de Nueva York en 1964 y a la que tuve la suerte de asistir, no se cumpla: “La humanidad sufrirá terriblemente de aburrimiento, una enfermedad que se extenderá cada año y ganará en intensidad. Esto tendrá serias consecuencias mentales, emocionales y sociológicas, y me atrevo a decir que la psiquiatría será, de largo, la más importante especialidad médica en 2014”. Lamentablemente sus otras nueve predicciones ya se han cumplido.
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