El Festival de Cine Latinoamericano de Quito (FLACQ) se inicia el 5 de junio con La cordillera. El filme de Santiago Mitre, Ricardo Darín interpreta a Héctor Blanco, un presidente argentino que atraviesa una crisis política por vínculos con corrupción durante una cumbre latinoamericana.

Aquí el actor ecuatoriano Alfredo Espinosa aparece como presidente de Ecuador. A Espinosa, que fue asesor en las asambleas constituyentes de 1998 y 2008, ya no hay político que le inspire confianza, ni aunque sea de izquierda, corriente con la que simpatiza.

En una entrevista en la que no se guarda nada, Espinosa opina sobre los últimos años de la política nacional, una cosa de la que descansa gracias a su apretada agenda, que incluye una serie de obras de teatro político en las que trabaja de forma simultánea, y que presenta en distintos puntos del país. Incluso al interior de sus ficciones es un tipo que se multiplica: su espectáculo El estupendo matrimonio de Zabalita (que presenta actualmente en Microteatro Gye) es un unipersonal en el que interpreta a nueve personajes.

Compuesto por películas de toda América Latina, el FLACQ (antes llamado La Casa Cine Fest) está lleno de perspectivas políticas.

Por ejemplo, Las herederas, un filme que —sin que importar que haya sido premiado en la Berlinale— fue repudiado por los conservadores paraguayos por tener como protagonista a una pareja de lesbianas.

Además, traemos un testimonio —un género poco cultivado últimamente en la prensa nacional— de Elvia, la hermana de Óscar Villacís, secuestrado junto a su pareja Katty Velasco a mediados de abril.

En esta edición vuelve el Vagón 204, columna quincenal de Carla Badillo, quien nos habla del Living Theatre, una propuesta que fue perseguida por atreverse a realizar un trabajo que buscaba la transformación de la organización del poder en una sociedad autoritaria y de estructura jerárquica hacia una comunidad cooperativa de expresión.

En la semana en que la Corte Constitucional falló a favor de que Satya pueda ser inscrita con los apellidos de sus dos madres —una noticia que nos alegra sobremanera—, Cartón Piedra viene muy político. (I)

José Miguel Cabrera Kozisek
Editor
[email protected]