La semana pasada revisamos algunas cuestiones referentes a las citas textuales directas o indirectas. Hoy hablaré sobre la paráfrasis, que es otra manera de citar. La paráfrasis consiste en citar con nuestras palabras las ideas de otros, y solemos utilizarla cuando el discurso al que hacemos referencia no es claro o es demasiado largo. Sin embargo, el hecho de citar las ideas de otros con nuestras propias palabras requiere de tanta o más rigurosidad que las citas textuales, pues podemos caer en el error de tergiversar lo citado. Veremos algunas pautas que nos pueden servir al parafrasear.

En primer lugar, debemos tener mucho cuidado cuando usamos sinónimos. Como sabemos, no todos los sinónimos son absolutos; es decir, puede que en ocasiones el significado de una palabra reemplace al de otra de manera satisfactoria, pero también puede suceder que optar por un sinónimo aparente dé a lo citado un matiz con el que no contaba la idea original. Por ejemplo, pensemos en la palabra ‘frase’. El primer sinónimo que acude a la mente sin duda será oración; pero no podemos escoger esta palabra cuando buscamos un sinónimo para ‘frase célebre’, pues si decimos ‘oración célebre’, esta expresión perdería su matiz. Algo similar sucede con los verbos de enunciación, pues no es lo mismo ‘decir’ que ‘aseverar’ u ‘opinar’. Entonces, para usar sinónimos debemos asegurarnos de que el sinónimo sea absoluto y cubra totalmente el significado de la palabra a la que reemplaza.

En segundo lugar, es indispensable recordar que aquello que parafraseamos no es nuestra idea sino la de otro, por lo tanto, debemos asegurarnos de que la frase esté debidamente atribuida a su autor original. Para atribuir una frase existen varias técnicas como usar verbos o expresiones de atribución (por ejemplo: decir, indicar, comentar, según, de acuerdo con, etc.), o referencias entre paréntesis o como pie de página. Es importante también que esta referencia sea lo más clara posible, es decir, que indique al menos el apellido del autor, el año en el que fue dicha la frase y otra referencia contextual (nombre de la publicación, lugar, página, etc.).

Por último, es muy importante que tengamos cuidado al estructurar nuestra frase. Recordemos que la paráfrasis nos ayuda a explicar de una manera corta y concisa aquello que ha dicho otra persona, por lo tanto, nuestra frase no puede confundir más a nuestros lectores o interlocutores. Debemos usar palabras sencillas, frases cortas y explicar lo más claramente posible aquello a lo que nos referimos, y, sobre todo, ser muy fieles a lo que quiso decir el autor original, pues al parafrasear solo estamos tendiendo un puente entre el autor y el lector, no estamos dando una opinión ni tratando de influir en la opinión del otro. Si ponemos atención a estas pautas, seguramente tendremos más cuidado al citar con nuestras palabras las frases de otros.