Milanesa tiene una relación especial con su cerdo Abelardo. El problema es que donde viven es impensable que un cerdo sea una mascota. Es que los porcinos son para comer. La más inocente mención a un embutido angustia al pobre cerdito. Por eso, cuando pasa un bus cuyo destino es solo una promesa, Milanesa y Abelardo suben sin pensarlo. Así empieza la última obra del grupo de títeres La Rana Sabia, Viaje al país de... Nosédonde, interpretada por Claudia Monsalve, Fernando Moncayo, Pamela Galindo y Jairo Arciniega

Escrita por Monsalve, fundadora de La Rana Sabia, la obra se plantea desde la premisa de que los pasajeros tienen una cosa en común: están inconformes con lo que les depara el entorno, y por ello parten en busca de algo mejor.

Es el caso de un gato y un ratón que se encuentran en medio del camino. Se trata de dos especies consideradas históricamente como enemigos el uno del otro, pero estos dos personajes se quieren. Y ese sentimiento no es aceptado por los suyos.

De igual forma, una mujer que viaja en el bus es la representación de todo aquello de lo que quieren escapar los demás personajes: una mujer reaccionaria que no acepta los cambios, que obliga a Abelardo a viajar como un animal de ganado, y que repite con vehemencia lo que aprendió décadas atrás como verdades inamovibles.

Escrita para una audiencia infantil, la obra es una sutil —pero poderosa— declaración. En contracorriente al pensamiento de que las obras para niños no tengan ideas demasiado modernas, La Rana Sabia toma postura por la tolerancia y por la denuncia a las verdades oficiales, lo que les ha llevado a compartir su trabajo en lugares tan diversos como lejanos. Sus obras se han presentado en América Latina, Europa y hasta Pakistán.

Viaje al país de... Nosédonde no se centra en el destino, sino en el viaje, y en las razones que tienen sus personajes para dejarlo todo.

En 2016, La Rana Sabia se presentó en el último día de la primera edición del Festival de Loja, adonde llevó su 1822: Crónica Subyugante de una Batalla, una obra satírica, completamente en verso, construida a partir de una rigurosa investigación sobre la independencia de España.

Las de La Rana Sabia no son historias creadas para cerrar con moralejas, sino para enseñar a pensar que los cambios son posibles. A esta forma de dirigirse hacia su público infantil, Monsalve la define así: «Les hablamos con respeto».

Fundado en 1973, el colectivo desarrolla, paralelamente a sus obras de títeres, un trabajo con la comunidad, lo que incluye su Centro Cultural, funciones para colegios, talleres, su biblioteca y el Titiriteatro. Esta cercanía con la gente ha sido vital para el grupo: «De ahí sacamos las ideas para nuestras obras», dice Fernando Montoya, el otro fundador de La Rana Sabia.

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Las últimas funciones en Guayaquil de Viaje al país de... Nosédonde se realizan este sábado y domingo a las 17:00 en el Teatro Sánchez Aguilar.