En Ecuador, como en todos los países de América Latina, somos fanáticos de los diminutivos, especialmente en la Sierra. Los diminutivos son parte de nuestra identidad lingüística, y solemosemplearlos con varios sentidos, no solamente con la intención de expresar que algo es de tamaño pequeño. Veamos algunos de esos usos.

En primer lugar, utilizamos los diminutivos con una función afectiva, es decir, mediante ellos expresamos cariño, como en el caso de los apodos ‘gordito’ o ‘amorcito’.  También, mediante el diminutivo, indicamos nuestra simpatía hacia algo. Por ejemplo, cuando decimos que alguien es ‘alhajito’, que una persona es ‘calladita’, o invitamos a los amigos a tomar un ‘cafecito’, un  ‘traguito’, una ‘agüita’ o un ‘vinito’.

Además, con un sentido afectivo, aunque modesto y apocado, suelen usarse los diminutivos para pedir favores, en expresiones como ‘no sea malito’, ‘por favorcito’, ‘permisito’ o ‘hazte para allacito’. Al usar el diminutivo, pretendemos, de alguna manera, disminuir el sentido imperativo de la oración.

Por otra parte, tenemos un diminutivo de ‘falsa modestia’, que en realidad es muy fastidioso y se usa para ‘restar’ importancia a algo, y para lograr algún tipo de admiración en el interlocutor. Por ejemplo, cuando un escritor dice que ha publicado un ‘librito’; alguien cuenta que se ha comprado un ‘departamentito’ o una ‘casita’ en la parte más cara de la ciudad, o algún acaudalado anuncia que tiene un ‘dinerito’ en el banco.

En otro sentido, tenemos aquel uso que la Gramática de la RAE califica de rebajador o atenuador,  en “contextos en que se aminora la importancia de una persona o cosa”. En este caso, la función del diminutivo es de desprecio. Por ejemplo, cuando decimos que oímos ‘una cancioncita tonta’ o nos hablan con una ‘vocecita’. También, con este sentido, se puede tratar de un diminutivo irónico, como cuando alguien está ‘hecho el chistosito’ o  ‘se cree muy machito’. En este uso entra igualmente el diminutivo en los pronombres demostrativos, como: ‘Dile a estito que se calle’. 

Asimismo, usamos los diminutivos junto a ciertos adverbios con una función que la RAE llama intensificadora. Por ejemplo, decimos que algo está ‘cerquita’ o ‘aquicito’ (muy cerca)  o que haremos una tarea que nos encomendaron ‘ahorita’ (en este momento). También, si algo está ‘lejitos’ quiere decir que está muy lejos, o si el viaje fue ‘larguito’ significa que fue bastante largo.

Como vemos, el uso de los diminutivos es amplio, y sus matices son muy ricos en nuestros países de América. Eso sí, los debemos usar en los contextos adecuados y sin exagerar.