Diego Ferrín pasó 2 veces por el quirófano, entre agosto y septiembre de 2013. A fines de 2014 comenzó con su rehabilitación física y ahora está a un mes de ‘debutar’ sobre las pistas: el Grand Prix de Atletismo.

“Estoy agradecido con Dios porque me da la oportunidad de volver a las pistas. Admito que al principio me desesperé un poco, pero ya estoy mejor en lo sicológico”, indicó el saltador con pértiga ecuatoriano.

Y cómo no iba estar mal, si Diego pasó por duros momentos. Tras haberse roto el tendón de Aquiles en el Mundial de Rusia 2013, este deportista de 26 años fue intervenido en agosto en  Moscú. Un mes después, en Ecuador, se le abrieron los puntos, por lo que tuvo que volver a ser operado en Quito.    

“Pasar un año sin tocar la pista fue algo que me dolió mucho. No veía la hora de volver. Ahora, que ya llevo 2 meses haciendo trabajos en la pista, he sentido que he vuelto a vivir. La sonrisa me regresó al rostro”, manifestó el atleta oriundo de Quinindé, Esmeraldas.

Ferrín, que trabaja con su entrenador Luis Small, entrena a una sola jornada en la pista de Los Chasquis; allí ultima detalles para lo que será su regreso a las competiciones.

“Estuvimos en Cuba los primeros meses de 2014; después trabajamos en Cuenca y Manta. Ahora, en Quito ya está saltando en pista. Iniciamos con una altura de 2 metros 12 centímetros y esperamos a finales de febrero saltar 2,25”, dijo el estratega.

El saltador, que representó a Ecuador en las pasadas Olimpiadas de Londres 2012, espera llegar en buenas condiciones al Grand Prix Sudamericano, que será en marzo. “Este torneo me dará una oportunidad de clasificar a los Panamericanos de Toronto”, señaló Ferrín, quien deberá poner la marca de 2,20 para ser el deportista número 25 de la Ecuatoriana de Atletismo (FEA) que irá a los JJ.PP.

Según informó Manuel Bravo, titular de la FEA, al momento el país tiene asegurados 24 atletas para Toronto, pero esa cifra puede aumentar, ya que hay clasificatorias hasta junio para el torneo.

“No quiero apurar a Diego, queremos ir paso a paso. No deseo que recaiga por exigirle demasiado, por eso, en el Grand Prix aspiramos a que salte de entre 2,12 o 2,15 metros, según su rendimiento. Y a lo mejor pediremos que eleven la barra a los 2,20, que es la marca para Panamericanos”, indicó el profesor.

Ferrín atraviesa por un momento de ansiedad y nerviosismo. Volverá a saltar después de 16 meses de haber sufrido una rotura de tendón de Aquiles, por lo que tratará de saltar alto en su ‘estreno’ sudamericano.