Lejos quedaron los dolores al nervio ciático que le impidieron a Miguel Almachi competir en la Maratón de Chicago el año pasado y llegar a los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Ahora, ya recuperado, se centra en conseguir la marca base para clasificarse a los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.

En la prueba máxima del atletismo, las oportunidades de calificarse a las olimpiadas no son muchas, por eso quiere aprovechar al máximo la que se le presentará el 27 de este mes en la Maratón de Berlín.

El crono mínimo exigido por la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF) para acceder a la competencia masculina de Río de Janeiro es de dos horas con 17 minutos y cero segundos (2h17m00s), tiempo que Almachi se siente capaz de hacer.

“Me siento bien, he entrenado de buena manera. Dios mediante, si no ocurre nada, quiero hacer 2h12m, con lo que bajaría mi mejor tiempo personal: 2h15m02s que registré el 1 de abril de 2012 en la Maratón de Santiago de Chile”, argumenta.

Pero lograr el boleto a las olimpiadas no será sencillo. En Alemania, además de retornar a una maratón, se juega su futuro. Si todo sale según lo planificado, en adelante Almachi enfocará su carrera en correr únicamente lances de 42,195 kilómetros.

También se juega la chance de alcanzar una mejor beca dentro del Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte; actualmente está en la categoría E, que le reporta cada mes un salario básico unificado ($ 354).

“En 2014 estuve con la beca C (3 salarios básicos unificados de esa época), pero al no cumplir las metas trazadas este año me bajaron de categoría”, recuerda. Esta situación le ha generado inconvenientes económicos, por lo que ha optado por terciar en pruebas pedestres que premian con dinero en efectivo.

Reconoce que esto no es lo óptimo y que la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA) dispuso a los fondistas del Plan de Alto Rendimiento no terciar en pruebas pedestres locales y focalizarse en lides de ciclo olímpico o avaladas por la IAAF, ya que podrían lesionarse o exponerse a sobreesfuerzos.

Mas la realidad es otra y la necesidad obliga. Almachi, incluso, practica con Franklin Tenorio, quien no tiene contrato con la FEA y tampoco percibe una remuneración por aleccionarlo. Esa situación hace que Tenorio no tenga la tranquilidad requerida y divida su tiempo también en entrenar a particulares para percibir ingresos.

Ese es otro motivo por el que Almachi quiere calificar a los Juegos Olímpicos, tal vez ahí la FEA o alguna empresa privada resuelvan solventar los servicios de Tenorio.

Al respecto, Tenorio dice que él prefiere pedir algo con resultados. Aspira a que Almachi, en Berlín, y Segundo Jami (al que también prepara) en la Maratón de Houston (17 de enero), aseguren el “visado” a Río. Tener 2 pupilos en las olimpiadas le facilitaría ser contratado. Asimismo espera que prospere un proyecto que le planteó la Concentración Deportiva de Pichincha. (I)