En septiembre de 1998, cinco cubanos fueron arrestados en Miami por agentes del FBI y aislados en celdas de castigo durante 17 meses antes de que fueran llevados a un tribunal. Su misión en Estados Unidos era monitorear las actividades de grupos responsables de actividades -esas sí terroristas- contra Cuba.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González fueron acusados de conspiración para cometer espionaje. Lo curioso es que el Gobierno de EE.UU. nunca pudo probar tal hecho, puesto que a ninguno de ellos les fue incautado ningún documento clasificado.
No obstante la enérgica objeción de la defensa, el caso se llevó a cabo en Miami, ciudad con una larga historia de hostilidad hacia el Gobierno y pueblo cubanos; esta situación impidió el desarrollo de un juicio justo. El proceso duró más de seis meses, convirtiéndose en el más largo de la historia de Estados Unidos.
Más de 119 volúmenes de testimonios y más de 20.000 páginas de documentos varios formaron parte del proceso. Tres generales del Ejército estadounidense en servicio pasivo y un almirante retirado coincidieron en que no existían evidencias de espionaje que perjudicara la seguridad de EE.UU. El jurado -luego de haber recibido una enorme presión por parte de los medios de prensa- los encontró culpables. Gerardo Hernández Nordelo fue condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón Labañino Salazar, una cadena perpetua más 18 años; Antonio Guerrero Rodríguez, una cadena perpetua más 10 años; Fernando González Llort, 19 años; René González Sehwerert, 15 años.
En septiembre de 2008, la Corte de Apelaciones de Atlanta ratificó las sentencias de Gerardo Hernández y Ramón Labañino; anuló las de Antonio Guerrero, Fernando González y René González, por considerarlas incorrectas. Envió nuevamente a la Corte de Distrito de Miami los casos de los tres últimos para que sean resentenciados.
En junio de 2009 la Corte Suprema anunció -sin dar explicaciones- su decisión de no revisar el caso de los cinco cubanos, a pesar de los sólidos argumentos esgrimidos por los abogados de la defensa, ante las evidentes y múltiples violaciones legales cometidas durante todo el proceso.
En mayo de 2013, René González Sehwerert sale libre -aplicadas las rebajas- luego de cumplir la totalidad de su condena. En febrero de 2014, Fernando González Llort regresó a Cuba después de haber cumplido íntegramente su condena.
Como resultado de intensas negociaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, se logró un intercambio de prisioneros. Alan Gross retornó a su natal EE.UU.; en tanto que Gerardo, Ramón y Antonio ya están en Cuba.
La historia de los cinco héroes cubanos es una historia de valor, sacrificio y amor. En una carta a sus hijas, desde la prisión, Ramón escribió: “Sepan que hube de marchar por el amor a ustedes y a todos. Que dondequiera que he estado y estaré, ustedes siempre están y estarán presentes. Sean fuertes para vencer con una sonrisa en los labios cada tarea que enfrenten en la vida. Por mí no teman; estoy bien y estoy fuerte, mucho más ahora que me acompañan ustedes, todo mi pueblo y la dignidad del mundo”.
El 23 de junio de 2001, Fidel dijo a su pueblo: “La inocencia de esos patriotas es total. Les digo una cosa: volverán”. Y volvieron.
