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El Telégrafo
Oswaldo Ávila Figueroa, ex docente universitario

El odio, recurso de la oposición

20 de diciembre de 2014

El odio significa: “antipatía y aversión hacia alguna cosa o persona cuyo mal se desea”. Medios comerciales, sus articulistas y políticos reaccionarios vinculados con la oligarquía, son quienes, constantemente destilan odio contra el líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, que ya tiene un puesto en la historia de Ecuador y el continente, por su entrada a combatir la pobreza, luchar intensamente  por la justicia social y la integración de Latinoamérica. Suficiente con abrir las páginas de la prensa comercial, todos los días, para comprobar, noticias manipuladoras, entrevistas a los mismos de siempre; reportajes y comentarios agresivos, en una sola dirección, sin sustento, solo con la intencionalidad de lesionar al régimen del Buen Vivir.

El tema de los ojos verdes ha sido difundido en extremo con el ánimo de escandalizar y confundir; si ya el Presidente la República explicó que no se trata de discriminar a alguien, sino de ubicar al personaje en la realidad para que no se crea un ser superior.

Los odiadores, como si no hubieren temas de interés y propuestas, de beneficio popular, elaboran un minucioso resumen de las giras realizadas al exterior del Primer Mandatario y de altos funcionarios del régimen  para dejar entrever, según ellos, excesos de gastos inútiles sin incidencia en la política exterior. Ese acucioso y ‘exclusivo’ trabajo periodístico a manera de ‘primicia’ solo da cuenta del número de los desplazamientos, pero no destaca que Ecuador ha consolidado el acercamiento con los países del mundo en el marco de la cooperación bilateral, intercambio de información, experiencia en materia de inversiones, respeto de los derechos humanos y promoción de la paz universal.

Mientras el Jefe de Estado se declara optimista, pese a la caída del precio del petróleo y dice: “Creo que ni siquiera sean tiempos difíciles, serán tiempos menos buenos que los anteriores”; los odiadores de la oposición festejan el descenso del crudo de la barrera de los $ 60 e incluso hasta rezan que, por esta situación, quiebre el país y caiga el gobierno del Buen Vivir.

Sostienen los grandes del pensamiento: “El odio es la cólera de los débiles o la venganza de un cobarde intimidado”. La partidocracia, derrotada y moribunda, avergonzada por el avance de la Revolución Ciudadana, cierra los ojos para no ver la  gran obra social del régimen y, a escondidas, con el apoyo de la prensa mercantil, pretende causar daño al gobierno socialista siglo XXI y a su líder, pero al no conseguirlo, abre intensa campaña de agresión y ofensas, sin importarle la dignidad de los semejantes.

La crítica altiva y fundamentada, símbolo de democracia, contribuye al esclarecimiento de hechos dudosos o conflictos, pero cuando se vierte calumnia, motiva el desprecio ciudadano y el enjuiciamiento penal a sus gestores. No olvidar que el odio y la mentira, fomentadas por la prensa comercial, le restan credibilidad y confianza con riesgo de desaparecer en corto o largo plazo.

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