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El Telégrafo
César Hermida

Descentralización territorial a las ciudades

11 de abril de 2015

El viejo centralismo de Guayaquil y Quito aún se mantiene, y, a veces, como en el caso de la red vial con supercarreteras, incluso parece que se ha acentuado. Se debe descentralizar alrededor de las ciudades intermedias. Por más que se planteen políticas de equidad y justicia, las prioridades presupuestarias aún giran en torno a Quito y Guayaquil. Solo basta ver los índices de los diversos profesionales de servicio público (médicos, enfermeras, profesores, trabajadoras sociales, etc.) y las instituciones públicas (escuelas, aulas, viviendas, agua potable, electricidad, teléfonos) para la población del resto de provincias y ciudades para observar la inequidad territorial.

Fernando ‘Corcho’ Cordero, como alcalde de Cuenca, fue un ferviente luchador por la descentralización, y ponía ejemplos de la dependencia en los trámites públicos y la gran cantidad de permisos, desde Quito, que se requerían para cualquier decisión de los hoy llamados gobiernos autónomos descentralizados. Para muchas acciones era menester el informe del enviado desde el poder central (en varios casos funcionarios poco preparados -incluso ‘cacasiquis’, como se los llamaba en el argot popular-), sin el cual no se aprobaba la acción. Informe que solía tardar y a veces decía, sin mayores argumentos, lo contrario de lo que se requería. La dependencia de Quito era atroz (cruel, inhumana).

Hoy el alcalde de Loja, el ‘Chato’ Castillo, vuelve a plantear la necesidad de una más justa y descentralizada planificación territorial. No solo el sistema vial del Austro (“y del sur ecuatoriano”, como suelen agregar los lojanos para explicar que el Austro no es solo Cuenca) está poco atendido, sino también otras asignaciones. Para las tareas de los gobiernos autónomos descentralizados, sean estos gobiernos provinciales o municipales, la priorización de los planes nacionales resulta aún muy injusta, en comparación con las de Pichincha, Guayas, Quito y Guayaquil.

La presente gestión gubernamental ha tenido logros ciertamente notables en muchos campos, entre ellos el rescate de la planificación, pero a esta solamente le falta poner en práctica procesos consistentes y efectivos de descentralización territorial en torno a las ciudades intermedias. Así como se está atendiendo a la Amazonía como nunca antes (y aún falta), todavía queda por atender el norte de la Costa y, sobre todo, el sur de la Sierra. Con esto se lograría un desarrollo territorial y humano más armónico. Todavía es tiempo. (O)

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