En cuanto a la economía, el país ha tenido buen desempeño, pero con tendencias diferentes en las variables macroeconómicas. Respecto al crecimiento, en el período 2011-2013 ha habido una desaceleración, pues el ritmo de actividad económica, según datos del BCE, pasó de 7.8%, 5.1% y 4%, en parte, explicado por el menor ritmo de variación del consumo de hogares y de la inversión. Sin embargo, el crecimiento económico ha estado por encima del promedio de A. Latina y el Caribe. Hay que destacar que este nivel de crecimiento se explica por la mayor actividad del sector no petrolero. El FMI ha establecido la proyección de crecimiento para el país, para el próximo año, de 4.2%, lo que implicaría que habría una ligera mejoría en el nivel de actividad económica.
En relación a la inflación, en el mismo período se registró una tendencia a la estabilidad de precios. En efecto, en 2011 la inflación alcanzó 5.4%, y en 2013 bajó a 2.7%. El FMI proyecta una inflación para 2014 de 2.8%, con lo que tendería a mantenerse. Por otro lado, el Índice del salario real promedio ha aumentado de 137% en 2011 a 154.3% en 2013, lo que significa una mejora del nivel del salario real, o sea que se ha incrementado el poder de compra de los trabajadores y empleados.
El mayor crecimiento del sector no petrolero, en el período señalado, ha permitido que aumente el nivel de ocupación, se reduzca el desempleo, entre marzo 2011-2013, de 7% a 4.6%, y disminuya también el subempleo. Sin embargo, a pesar de esto, todavía 4 de cada 10 ecuatorianos se encuentran en la subocupación y sigue creciendo el sector informal urbano (microempresas), principal refugio de los subempleados. Este desempeño económico y la política social han posibilitado la redistribución del ingreso, reducción de la pobreza y mejora de las condiciones de vida.
Los desequilibrios macroeconómicos están relacionados con el comercio exterior y déficit fiscal. En efecto, el déficit comercial sigue creciendo, de ahí se explican las medidas de restricción de importaciones por normas de calidad, tecnológicas, etc.
El mayor gasto corriente (sueldos, subsidios y bienes) y de inversión (hidroeléctricas, refinería y carreteras) ha generado un déficit fiscal del 4% del PIB, que debe ser financiado. La deuda pública a fines de 2013 alcanzó 24.4% del PIB, ubicándose dentro de límites manejables. Como esta se concentra en organismos multilaterales (BID; CAF) y China, para continuar con las inversiones señaladas, el gobierno busca financiamiento regresando al mercado internacional de capitales. Pero dado el antecedente de la declaración de ilegitimidad de cierta parte de la deuda, de la moratoria y recompra de bonos, será complicado, en el corto plazo, colocar deuda externa por las exigencias de dicho mercado. Le queda aceptar ofrecimiento del BM, sin condicionamientos, o aumentar la deuda interna. Las nuevas hidroeléctricas permitirán eliminar el subsidio del gas y sustituir este por electricidad, que será utilizada en cocinas, contaminando menos.