Ecuador, 04 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Edmundo Vera Manzo

África: racismo y sobreexplotación occidental (2)

20 de diciembre de 2014 - 00:00

Cada día en el mundo mueren 150.000 personas y el 16% por hambre. Según la Unicef, 19.OOO niños mueren de hambre al día. El profesor Robert Black, de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, sostiene que, en el mundo, cada 10 segundos un niño muere por hambre, siendo el triple  en el África. Ramadhani Abdallah Noor, médico de Tanzania y miembro del equipo de investigación de la Escuela Harvard de Salud Pública, indica que los estragos de la desnutrición y el hambre agudos no siempre son visibles.

No siempre son tan evidentes, como en las costillas que les sobresalen a niños fantasmales conectados a sondas nasogástricas, como los que solía ver en las salas hospitalarias en Tanzania. La desnutrición crónica, o el ‘hambre oculta’, se manifiesta de otras maneras, pero pueden ser igualmente devastadoras y mortales. “El hambre oculta sigue siendo muy generalizada. En África, el hambre sigue siendo la principal causa de muerte entre los niños; representa la mitad de todas las muertes de niños de menos de  cinco años y resulta más letal que el sida, la tuberculosis y la malaria juntos”.

A comienzos del siglo XVI se calculaba en 100 millones los habitantes de África, representaba el 20% de la población del mundo. “Para mediados del siglo XIX, después de más de 200 años de colonialismo y esclavitud, la población de África había caído a 95 millones de habitantes -apenas 9% del total mundial-, mientras que otros continentes habían experimentado un importante incremento demográfico en el mismo período”.

África todavía no recupera el sitial anterior al siglo XVI, el ser considerado como sujeto de su propia historia. Los países africanos son considerados como objetos o recursos naturales de los países que originalmente los colonizaron y de las nuevas potencias que dominan Europa y el mundo. Sus diamantes y piedras preciosas cuelgan de los cuellos de los monarcas, nobleza europea y los nuevos ricos del mundo, mientras los africanos se mueren de hambre.

A los 85 más ricos del planeta que tienen tanto dinero como 3.500 millones de los más pobres, la mitad de la población de todo el planeta, no les importa el calentamiento global, la destrucción de la naturaleza producto de su sobreexplotación, ni que se mueran de hambre en África. Lo que quieren los 85, 500 o 1.000 más ricos, es que la gran mayoría del planeta sea consumista, con adicciones y una conciencia muy baja de lo que sucede a su alrededor y en el planeta; que los países africanos existen como países fallidos, destruidos en todas las formas.

África es la negación de los derechos humanos causado por el racismo, egoísmo y la sobreexplotación de parte de los países europeos y las transnacionales del planeta. Después de la independencia formal hace  medio siglo, continuó su dominación con múltiples formas de neocolonialismo: se utilizan todas las formas de división, destrucción y dominio de sus habitantes: el asesinato de sus líderes democráticos, la imposición de gobernantes asesinos con sus pueblos y dóciles con los países neocolonizadores; la confrontación económica, social, racial, cultural y religiosa de sus habitantes; incentivar las guerras civiles; escaso control de enfermedades, como la tuberculosis, el paludismo, la malaria, el sida y ahora el ébola; permitir la desnutrición, el analfabetismo y pobre educación.

Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la Unesco, en forma repetida denuncia el racismo de Europa. España  recibe dinero de la Unión Europea para subir los muros y colocar más alambres de púas e impedir la migración africana, y se gastan 3.000 millones diarios en armas en el mundo. Se requiere un cambio de conciencia planetaria para salvar al África.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media