El dress code no es más que un código de vestimenta para cada ocasión. Es común que se mencione en invitaciones para diferentes eventos y esto establece el tipo de ropa que deben utilizar quienes deseen acudir a estos acontecimientos y son los organizadores quienes lo ponen. No obstante, en bares, discotecas y algunos restaurantes, también se lo suele utilizar, esto con la intención de marcar un estilo que, los propietarios de los establecimientos, quieren establecer en sus clientes.

Pero, ¿es legal que se aplique este código?

Para quienes acuden a este tipo de lugares, sobre todo en bares, no tiene nada de fuera de normal. Jorge asegura que esto le ha permitido mejorar su ropero, “ahora intento vestirme mejor para poder entrar y farrear”, aseguró a El Telégrafo.

Por otro lado, Christian, quien aseguró ser ‘semanero’, es decir, que sale todas las semanas, indicó que en una ocasión no pudo ingresar a un bar porque llevaba zapatos deportivos y se molestó al punto de querer pelearse con los guardias. “No podía regresarme a mi casa a cambiarme y quería entrar”.

Sin embargo, para la siguiente ocasión ya regresó con la ropa adecuada, indicó, “me gusta este bar y vienen mis amigos”, enfatizó. Mientras hay otros, como Carlos, que aseguran que al salir de la universidad o el trabajo no les permite cambiarse de ropa.

No obstante, reconoció que existe una amplia gama para poder ir como están vestidos. “Estos bares que te piden ropa especial abren desde las diez de la noche, y ya sabemos cómo ir, entonces toca ir a cambiarse si queremos entrar”.

Es lo que comentó a este diario ‘Darío’, administrador de un bar en el norte de la capital, “nuestros clientes saben que lo que queremos es marcar un estilo, no discriminarlos (…) Conocen nuestras reglas y nos siguen prefiriendo”. Además, aseguró que, hasta el momento, no han tenido reclamos por personas que se sientan rechazados.

Según expertos en leyes, los dueños de cada establecimiento, al ser privados, pueden poner ciertas reglas que incluyen el cómo ir vestido, sin embargo, recuerdan que la Constitución del Ecuador garantiza que nadie podrá ser discriminado.

Es decir, este requisito no debe ser tomado como un rechazo a personas por etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial, condición socioeconómica, condición migratoria, estado de salud y discapacidad.

Algo similar ocurre con el derecho de admisión, aunque también es una facultad que tienen las personas titulares de los establecimientos abiertos al público, ellos para aplicar ese ‘derecho’ deben tener una justificación válida que le impida caer en actos discriminatorios.

Cabe recordar en existen otro tipo de restricciones a espectáculos que los organizadores aplican y que tienen su lógica, por ejemplo, prohibir ingreso de bebidas alcohólicas, cigarrillos, objetos corto punzantes y como en los estadios de fútbol no permitir el ingreso de banderas con astas, correas y hebillas.