El expresidente de Cataluña pediría asilo en Bélgica tras acusación de fiscal.

Los catalanes están divididos entre la independencia que declaró el viernes su parlamento regional y el control que intentará ejercer el Ejecutivo español que ese día destituyó al gobierno local.

En la Plaza Colón se congregaron ayer miles de ciudadanos que pedían prisión para el presidente Carles Puigdemont.

El Parlamento catalán declaró la emancipación de su región de forma unilateral para iniciar el camino hacia la república y abrió un escenario imprevisible. En respuesta, el gobierno español cesó de sus cargos a todos los miembros del Gobierno regional y el responsable máximo de los Mossos d’Escuadra, fue destituido. Puigdemont llamó a mantener el pulso del país con “paz y civismo”.