El narcotráfico y las acciones violentas de grupos disidentes de la guerrilla colombiana, que se niegan a deponer las armas, inciden en la vulnerabilidad de la frontera norte. El país compró las naves a Brasil en 2009 para la vigilancia aérea, cinco están en reparación y cuatro esperan repuestos. El 14 de febrero se reunirán los ministros de Seguridad de Ecuador y Colombia para analizar el ataque con coche bomba en San Lorenzo.

Cada semana saldrán los uniformados a los barrios conflictivos de las ciudades con alto índice de inseguridad. El fin de estas acciones es disminuir el tráfico de armas y explosivos en el país.

El centro de mantenimiento del Ejército entregó el Super Puma remodelado, sin recurrir a expertos extranjeros, lo que permitió a Ecuador ahorrar $ 2 millones.