Tras el desinterés de sus alumnos en sus clases de física, una maestra creó un nuevo método de enseñanza.

La iniciativa del Ministerio de Agricultura y Ganadería tiene una duración de dos meses y está dirigido a personas entre los 18 y 29 años de edad.

Los padres de familia de menores con el trastorno suelen desistir de educarlos entre los ocho y 13 años. Lo hacen porque los profesores de la instrucción formal no están entrenados para formar a estudiantes con esta condición.

Otras pedagogías conquistan a padres, quienes buscan que sus hijos estén más cerca de la naturaleza y la creatividad. En ellas no hay deberes ni lecciones, solo se debe jugar.

Estudiantes de 12 ciudades del país acudieron a Guayaquil para participar de un certamen organizado por un sistema de enseñanza que utiliza el ábaco.

Los alumnos sobresalientes necesitan más atención académica y proyectos educativos especiales.

Ingerborth Constantine es una investigadora guayaquileña de 26 años que imparte clases de la lengua ancestral y otros conocimientos indígenas.