Se estima que las autoridades británicas han gastado 22 millones de libras (unos 24 millones de euros) en la vigilancia de la embajada, ya que si Assange sale sería inmediatamente detenido.

El abogado del periodista, que permanece en la embajada ecuatoriana en Londres desde 2012, asegura que la orden de arresto en contra de su cliente ya no tiene vigencia.

El Mandatario aseguró que el caso es "un problema" que heredó del gobierno anterior y que espera que a corto plazo se resuelva.

En un comunicado, la Cancillería se refirió a la situación del fundador de WikiLeaks, pero no hizo mención al documento de identidad.