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Sindicato de estudiantes británicos están contra aumento de aranceles universitarios

La aversión a las deudas afecta de forma desproporcionada a grupos que ya enfrentaban barreras para educarse.
La aversión a las deudas afecta de forma desproporcionada a grupos que ya enfrentaban barreras para educarse.
Foto: telegraph.co.uk
13 de agosto de 2016 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

El Sindicato británico de Estudiantes (NUS, en sus siglas en inglés) lanzó esta semana una campaña nacional para oponerse a los planes del Gobierno de aumentar los aranceles universitarios, al indicar que dicho incremento amenazará la movilidad social y enraizará las desigualdades en el Reino Unido.

Los delegados estudiantiles instaron a los rectores universitarios a oponerse a los planes gubernamentales para transformar la educación terciaria.

El NUS y otros 60 gremios advirtieron que las reformas al sistema universitario, dadas a conocer en un reciente proyecto de ley, incrementará las desigualdades sociales, en lugar de erradicarlas.

En una carta abierta publicada en el periódico The Guardian, la coalición expresó serias preocupaciones acerca de la propuesta del Gobierno, que indicaron utilizará un polémico sistema para evaluar la calidad de enseñanza en cada universidad, y permitirá que cada institución pueda aumentar los aranceles universitarios en línea con los índices de inflación.

Esto tendrá severas ramificaciones, arraigará las desigualdades sociales en las distintas universidades y será contrario a las promesas del Gobierno de ampliar la participación de los estudiantes británicos a la universidad: según la misiva.

Algunas universidades en Inglaterra ya informan a sus potenciales alumnos acerca de un aumento en los aranceles a partir del próximo año, el primer incremento desde que esa cuota universitaria se triplicó a $ 11.670 anuales (9.000 libras esterlinas) en 2012.

Las universidades de Manchester y Durham, por ejemplo, se encuentran entre las que aumentarán sus aranceles a $ 12.000 (9.250 libras anuales), luego del anuncio de la ministra de Educación, Jo Johnson, quien le dio el visto bueno a las instituciones universitarias que cumplan con los nuevos requisitos para que aumenten sus cuotas a partir de septiembre de 2017.

La aversión a las deudas afecta de forma desproporcionada a grupos que ya enfrentaban barreras para sumarse a la educación: el aumento del nivel de participación para los estudiantes más pobres se estancó y aquellos jóvenes de 18 años provenientes de familias humildes tienen ahora 2,4 veces menos chances de ingresar a la universidad: agregó la carta.

La semana pasada, un informe del Ministerio de Educación reveló que el porcentaje de los alumnos que estudiaron en escuelas públicas y que luego estudian en la universidad cayó al 62% en 2014, del 66% el año previo, tras el aumento de los aranceles universitarios.

Sorana Vieru, vicepresidenta del NUS, afirmó que luego de triplicarse en los últimos cuatro años los aranceles universitarios “es inaceptable pedir que se aumenten aún más las cuotas de los estudiantes para garantizar que la educación que reciban sea de alta calidad”.

“Creemos fundamentalmente que el sistema de aranceles universitarios no funciona, y es muy preocupante si se implementan las reformas planeadas y los incrementos a las cuotas”.

Vieru explicó además que tanto los gremios de estudiantes como aquellos que representan a los profesores universitarios “subrayaron que el propuesto sistema de evaluación de calidad educativa es extremadamente complicado”.

“Las consecuencias de estas reformas llevarían a una situación de mucha preocupación para todos”.

Uno de los planes que el gobierno quiere utilizar para medir la calidad educativa es el sondeo nacional de estudiantes, que tiene en cuenta el nivel de satisfacción de los alumnos.

En el último congreso del NUS, la mayoría de los delegados pidió boicotear o sabotear ese plan, al considerarlo contraproducente.

El último sondeo nacional de estudiantes, publicado el 10 de agosto, concluyó que un 86% de los alumnos universitarios están satisfechos con el nivel de educación que reciben, sin cambios desde el año pasado. Sin embargo, un 7% dijo sentirse insatisfecho por la calidad de la educación de los profesores.

La ministra Johnson afirmó que las universidades del Reino Unido están trabajando muy duro para satisfacer las demandas de los estudiantes y mejorar la calidad de enseñanza.

“De todos modos, existen aún enormes brechas entre distintas instituciones universitarias, muchas de las cuales han registrado una caída en los niveles de satisfacción de los alumnos en comparación con el año previo”, declaró la funcionaria conservadora.

Johnson sostuvo que el objetivo del Gobierno que encabeza Theresa May es lograr que “todos los graduados universitarios cuenten con los conocimientos y herramientas necesarias para ser exitosos en la vida”.

“Es por ello que evaluar a las universidades a partir de las experiencias de los estudiantes como también de la calidad de la educación que reciben, pondrá a los alumnos en el centro de ese nuevo programa de evaluación de esas instituciones”, concluyó. (I)    

Datos

La mayoría de los universitarios solventan sus gastos con préstamos.

Un nuevo sistema fue introducido en 2012 con tasas de los préstamos a partir de  Índice de Precios al Consumo (IPC).

El aumento  se triplicó en función de los ingresos.  Esta cifra se fijó para subir las tarifas.

La medida se aplicaría desde septiembre del 2017.

El aumento no será el último, como IPC tiene el potencial de fluctuar significativamente en los próximos años.

El pago voluntario ahorrará dinero si se está dispuesto a pagar totalmente el préstamo. La otra opción es tener una tasa de reembolso superior. (I)   

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